El Juli, Ponce y Luguillano, a hombros en Valladolid
Los diestros Enrique Ponce, David Luguillano y Julián López, El Juli, salieron a hombros de la plaza de toros de Valladolid en la sexta corrida de la Feria de San Mateo. Se lidiaron toros de El Torero justos de fuerzas, salvo el cuarto, y de presencia, pero bravos y nobles.Enrique Ponce, ovación y dos orejas. David Luguillano, dos orejas y ovación. El Juli, una oreja y una oreja. La plaza registró un lleno de "no hay billetes" en una tarde lluviosa.
Ponce, Luguillano y El Juli tienen tres estilos distintos de torear y así lo demostraron sobre la arena de la plaza de toros de Valladolid. El valenciano, la técnica y la elegancia; el vallisoletano, las ganas y la pinturería; y el madrileño, el arrojo y la variedad, además de una simpatía que hace que lo que en los demás pasa inadvertido en él llegue con fuerza al tendido y arranque los oles del público.
Ponce tuvo en como primero al peor toro de la corrida e intentó una faena imposible, pero en su segundo, tras las dos orejas que acababa de cortar Luguillano y otra de El Juli, salió a por todas y se encontró con el mejor astado. Por ambos pitones, toro y torero dieron muestras de su calidad y consiguieron la atención de toda la plaza. La facilidad y la variedad en el repertorio del valenciano arrancaron los gritos de "torero, torero" de los tendidos.
Por otra parte, el diestro Juan José Padilla no está completamente recuperado de la cogida que sufrió en la plaza de toros de Huesca hace un mes y ha decidido suspender la temporada.
El torero hace ejercicios de recuperación y participa en tentaderos pero, según ha manifestado a Efe, no le han desaparecido del todo los dolores y las heridas le siguen superando, por lo que los médicos le han aconsejado que demore su reaparición.
Padilla, que contraerá matrimonio próximamente, confía en participar en la temporada americana de invierno y cumplir los compromisos que tiene adquiridos en diversas ferias de Suramérica.
Por otra parte, el ayuntamiento de Lliria (Valencia), ha acordado suspender sus tradicionales bous al carrer (toros de calle), por los peligros que conllevan y que ya han provocado varios accidentes en otras ciudades de la Comunidad Valenciana, uno de ellos mortal.
