La inauguración oficial del curso universitario, marcada por el conflicto lingüístico

La inauguración del curso universitario catalán estuvo marcada ayer por el conflicto lingüístico. En su discurso institucional, el rector de la Universidad Rovira i Virgili (URV), Lluís Arola, anatemizó a los profesores de su universidad que han recurrido ante los tribunales contra el reglamento de usos lingüísticos recientemente aprobado por el claustro y recriminó "a la mayoría de la clase política" no haber "reaccionado" en defensa de la norma.

La apertura del curso académico catalán se celebra de manera rotativa cada año en un centro diferente. Este curso correspondía a Tarragona, donde además se inauguraba la Facultad de Ciencias Jurídicas, primera fase del Campus Centre. Poco antes de iniciarse el acto, una docena de estudiantes intentaron acceder al recinto y colocar pancartas contra la política universitaria del Gobierno catalán, pero rápidamente fueron reducidos por los miembros de la escolta del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Uno de ellos logró su objetivo, aunque fue expulsado mientras desplegaba un cartel contra la "educación elitista". La sorpresa saltó, sin embargo, cuando el rector de la URV, Lluís Arola, elevó a rango institucional dos incidentes sufridos recientemente por esta universidad en el ámbito de la política lingüística: el recurso de unos profesores contra el reglamento de uso de la lengua y la queja de otros ante el Defensor del Pueblo porque supuestamente no se entregaban exámenes de las pruebas de selectividad en castellano. Arola denunció que "la intransigencia de algunos universitarios y el fanatismo de algunos extrauniversitarios ha llevado el reglamento a los tribunales impidiendo, de momento, su aplicación". Según el rector, la URV está "en medio de una batalla por la lengua que afecta a su imagen pública y provoca la duda sobre su solvencia como institución", y "la gran mayoría de la clase política" no ha reaccionado para defenderla. Pujol respondió asegurando que la URV tendrá todo el apoyo del Gobierno catalán para la aplicación del reglamento, que se confeccionó con la nueva ley de política lingüística en la mano. Su discurso, sin embargo, iba por otros derroteros: emplazó a las universidades a pronunciarse sobre los efectos de la LOGSE y a impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación. Además, Pujol anunció que la reforma de la legislación de universidades se abordará en octubre del 2000.