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La Junta pedirá explicaciones a la CHG sobre los supuestos riegos ilegales en la campiña jerezana

La Junta de Andalucía ha decidido tomar cartas en el asunto de los presuntos riegos ilegales en la campiña jerezana. El delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Francisco Menacho, comprobó ayer sobre el terreno la veracidad de algunas de las denuncias efectuadas en los últimos meses sobre el mal uso y derroche del agua en la cuenca del Guadalete. Menacho se comprometió a enviar un informe al presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Manuel Vizcaíno, para que este organismo (del Ministerio de Medio Ambiente), investigue estas prácticas de riego.

Una delegación de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), acompañó a Menacho y a varios periodistas en su recorrido por una docena de fincas colindantes con las tierras de la comunidad de regantes que se nutren del embalse del Guadalcacín. Esta asociación agraria ha mantenido en los últimos meses varias explotaciones habían realizado, supuestamente, pinchazos ilegales en el canal principal de riego para desviar agua a tierras de secano. Menacho pudo observar desde la carretera una gran balsa de agua, en la finca Jarilla y Jareta. La COAG sostiene que esa balsa se alimenta de agua extraída del canal y que desde ella, supuestamente se están regando ilegalmente 400 hectáreas de olivo gracias a dos estaciones de bombeo que alimenta a un sistema de riego por goteo. La asociación agraria afirma que la balsa en cuestión se hizo cuando era propietario de estas tierras Alfonso Otero Luna, que ocupaba al mismo tiempo el cargo de ingeniero jefe de explotación de la CHG. La comitiva visitó también en la pedanía de La Barca de la Florida una finca propiedad de la sociedad estatal Expasa en la que se podía observar una balsa vacía y una instalación de tuberías subterráneas que, según los informes de la COAG, se dedica a través de un sofisticado sistema de electroválvulas a extraer unos 300 litros por segundo de la red primaria y repartirlos a una finca de secano de 1.500 hectáreas. En una finca de Torrecera, cuya propiedad es atribuida por la asociación agraria a Domecq y Solís, los responsables de la COAG mostraron a Menacho un punto del canal del que salía una tubería que supuestamente se dedica a surtir de agua una balsa de entre 20 y 30 hectómetros cúbicos cuya situación, detrás de unos cerros, impide su visión. "Tenemos que seguir pidiendo las transferencias en materia de agua a la Junta puesto que se esta haciendo un mal uso y un despilfarro descarado", señaló Menacho al finalizar el recorrido. El secretario regional de la COAG, Miguel López, insistió, por su parte, en que se está robando agua a los comuneros para regar las fincas de terratenientes, de lo que responsabilizó al presidente de la Comunidad de Regantes del Guadalcacín, Pablo Ruiz. Por otra parte, la federación de regantes de la cuenca del Guadalquivir decidió ayer convocar para el 26 de octubre una manifestación para exigir la construcción de obras hidráulicas en la región. El presidente de los regantes, José Fernández, recordó que, desde 1995, "no sólo no se han construido ningún embalse en la cuenca del Guadalquivir, sino que ahora se pretende llevar el agua desde el pantano del Negratín, en Granada, al de Almanzora, en Almería". Fernández lamentó la "escasa dotación presupuestaria de la Junta" para modernización de regadíos.

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