Cien pesetas por cada movimiento

El servicio que aportan las empresas privadas de documentación a los hospitales consiste, como primera medida, en despejar los atestados archivos del centro sanitario. En España, los hospitales están obligados a guardar indefinidamente los historiales médicos, así que estos crecen también de forma imparable. La llamada "externalización" suele contemplar el destierro de las historias que menos se necesitan: las de los muertos y las de los que hace meses que no acuden al médico. A partir de ese momento, la empresa hace inventario de lo que recibe y lo clasifica en sus estanterías. Digitaliza los lotes y a veces unifica historias. "Nos hemos llegado a encontrar hasta treinta historiales diferentes de un solo paciente", explican en Documentalia.

Cada día, el hospital, vía informática, por teléfono o con talonarios de papel, pide las historias que va a necesitar al día siguiente. La empresa las extrae de sus instalaciones y las lleva al centro. Para ello dispone de una flota de vehículos. Posteriormente se encargará de recogerlas y devolverlas a su sitio. Cada movimiento es registrado informáticamente y tiene un precio. Normalmente, el hospital paga unas cien pesetas por cada historial, aunque alguno llega a pagar 500. Los precios suben si el servicio es urgente. El número de movimientos es elevado. Sólo un hospital como el Doce de Octubre maneja diariamente 2.000 historiales.