Rotundo rechazo de las dos comunidades del Ulster al plan de reforma policial
El Gobierno británico dio ayer su apoyo a la reestructuración de la policía del Ulster, pero los protestantes y católicos de la provincia atacaron el plan. La decisión fue anunciada después de que Chris Patten, el presidente de la comisión de reforma policial, presentara en Belfast su esperado informe de 128 páginas en el que se propone reemplazar el predominantemente protestante cuerpo policial del Royal Ulster Constabulary (RUC) con un nuevo y políticamente más equilibrado Servicio de Policía de Irlanda del Norte (NIPS).
La ministra británica para Irlanda del Norte, Mo Mowlam, que llegó a Belfast con el expreso propósito de transmitir a Patten y a los líderes del Partido Unionista del Ulster (UUP), David Trimble, y del Sinn Fein, Gerry Adams, la esperanza británica de que las reformas institucionales contribuyan a cimentar el acuerdo de paz, que permanece estancado desde su aprobación en el castillo de Stormont hace 17 meses. Mowlam anunció una serie de consultas con los políticos e instituciones cívicas del Ulster que, según dijo, podrían realizarse en los próximos tres meses con miras a presentar proyectos de ley que serían sometidos a Westminster en su próximo periodo, es decir, el año 2000. "Pero hay algunas propuestas de reforma [para el RUC] que no necesitarían de aprobación legislativa", dijo.
Para Patten, Mowlam y el Gobierno de Dublín, de momento lo más importante es aplacar la furia de la mayoría unionista, que denuncia la eliminación de las siglas del nombre del RUC, de su emblema y bandera como una grotesca concesión a los republicanos. En su primera reacción al informe Patten, el UUP fue rotundo en su comunicado: "Nos sentimos profundamente ofendidos por el gratuito insulto a nuestra comunidad" en lo que respecta a esos símbolos.
Visiblemente decepcionado, un portavoz del Sinn Fein aseguró que el movimiento republicano no abandonará jamás su demanda para una "disolución total" del RUC. Minutos después de conocerse el informe elaborado por expertos en cuestiones policiales y derechos humanos de Irlanda, Estados Unidos y Canadá, medio centenar de manifestantes republicanos se instalaron a la entrada del fortificado cuartel del RUC, en el barrio de Milltown. Portaban pancartas con la leyenda "Desbandar al RUC".
"Primero tenemos que estudiar el informe en su integridad y luego daremos a conocer si las 175 recomendaciones del mismo se ajustan a los términos de referencia acordados en Stormont", dijo dicho portavoz. "Lo que sí queremos subrayar es que ya es hora que se ponga coto a los abusos del RUC, instrumento de la ocupación británica y cómplice de las bandas paramilitares protestantes", agregó.
Martin McGuinness, el número dos del Sinn Fein, el brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), fue más sereno en su reacción: "Si se crea un nuevo cuerpo policial, lo que tendremos es un desmantelamiento del RUC", dijo.
A lo largo de su apasionada presentación, Patten insistió en que "no hay disolución alguna del RUC, sino una transformación de la policía". El exgobernador de Hong Kong y exministro tory puntualizó que lo que se busca es desasociar el organismo policial de los símbolos del Estado británico y el Estado irlandés para dar paso a un organismo propio y representativo de la sociedad en Irlanda del Norte.
"Este ha sido el trabajo más complicado de mi vida", dijo dando golpes en la mesa con el índice derecho. "Pero decidí aceptarlo porque creo que el acuerdo de paz va a abrir las puertas hacia una vida mas segura y decente en Irlanda del Norte", añadió. "Aquellos que se oponen al acuerdo de paz tratarán de destrozar nuestras propuestas. Espero que la mayoría de la gente dé al informe una honrada consideración. Si éste no constituye un avance, entonces no sé que es lo que es un avance", declaró.
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