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56ª MOSTRA DE VENECIA

Sexo y bondad se dan cita en el festival

La Mostra ha tocado techo en el terreno del atrevimiento sexual con la proyección anoche de la película italiana Guardami (Mírame), del director Davide Ferrario, que reconstruye con bastante libertad la vida de una actriz porno, Moana Pozzi, muerta de cáncer muy joven. Después de los escarceos eróticos de Une liason pornographique, con escenas de cama más bien domésticas y de las imágenes explícitas aunque repetitivas de la coreana Mentiras, el filme de Ferrario entra de lleno en el voyeurismo más obsceno en la medida en que la película está cargada de pretensiones trascendentes. El filme, presentado dentro de la sección Sueños y Visiones, ha causado más desagrado que escándalo. Pero si Guardami ha servido de argumento a quienes consideran esta 56ª edición de la Mostra de Venecia como un escaparate de cine pornográfico más o menos encubierto, varias de las películas estrenadas también ayer dejan constancia de lo que se revela ya como una tendencia buonista bastante clara en la selección hecha por Alberto Barbera, director del festival este año. Tanto la película del sueco Hallström -The cider house rules- como la interpretada por Meryl Streep -Music of the heart-, y sobre todo la que ha traído al certamen el director chino Zhang Yimou (Ni uno menos), son auténticos filmes de principios, cargados de objetivos, todos ellos bondadosos. En todas ellas aparecen niños desposeídos que luchan junto a un puñado de adultos por salir adelante y construirse una vida mejor.

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En el caso de Music of the heart, la intención del director, Wes Craven, queda bastante explícita. Se trata de promocionar, en el mejor sentido del término, el ejemplo de Roberta Guaspari, abanderada del violín y defensora a ultranza de las cualidades liberadoras de la música. La película está basada en hechos reales, pero queda la duda de si el director no habrá embellecido en exceso la historia, que tiene un final feliz. También es feliz y un tanto forzado el final escogido por Zhang Yimou en su conmovedor relato Ni uno menos. La historia de una maestrita de 13 años que llega a una escuela paupérrima de una región perdida de China para sustituir al profesor titular durante un mes, obsesionada por no perder en ese tiempo ningún alumno. Otro tanto se aprecia en algunas de las películas seleccionadas para el premio a la Semana de la Crítica Internacional. Por ejemplo Getting to know you, una cinta norteamericana sobre el problema de las mujeres maltratadas.

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