El alcalde de Moscú exige a Yeltsin explicaciones sobre los escándalos económicos que se le atribuyen

Yuri Luzhkov, el influyente alcalde de Moscú que tiene ambiciones presidenciales, disparó ayer su artillería pesada contra Borís Yeltsin y su entorno al emplazarles a que den "explicaciones personales" a la sociedad rusa por los últimos escándalos de corrupción y blanqueo de dinero destapados.Luzhkov -que encabeza la formación política Patria, unida al movimiento regional Toda Rusia, alianza que lidera el ex primer ministro Yevgueni Primakov- considera que el presidente ruso, su familia y su entorno deben dar explicaciones sobre la presunta existencia de "tarjetas de crédito en Suiza y el lavado de dinero ruso a través de bancos estadounidenses". Si las acusaciones de corrupción no se confirman, dijo Luzhkov, ellos deben querellarse por calumnia. Además, "la Duma [Parlamento] Estatal, o uno de sus comités, deben dirigirse a la Fiscalía General -a pesar de que su personal ha sido bastante cercenado y que quizá ése era el objetivo de las autoridades-, y exigir que se investigue si esos hechos son verídicos".

Todo esto es necesario para "defender el honor estatal de Rusia", señaló Luzhkov. Mientras esto no se haga, subrayó el alcalde, considerá "verdad" todo lo que escribe la prensa sobre la corrupción en las altas esferas de poder en Rusia.

Sin aclaración

El Kremlin se ha visto envuelto en un escándalo debido a las revelaciones hechas por el empresario español Felipe Turover y a los documentos encontrados por los fiscales suizos en relación con ellas. Así, se ha dicho que una serie de altos funcionarios rusos habría recibido comisiones ilegales de parte de Mabetex, la empresa que hizo reparaciones en el Kremlin y en la Casa Blanca rusa. Además de cuentas bancarias, el mismo Yeltsin y su hijas (Yelena Okúlova y Tatiana Diachenko) habrían dispuesto de sendas tarjetas de crédito que eran pagadas por una firma relacionada con Mabetex.

El Kremlin ha declarado que el presidente o sus familiares no han abierto cuentas en otros países, pero no ha dicho una palabra de las tarjetas. Sin embargo, el fiscal suizo Jacques Ducry confirmó en agosto que durante un registro realizado el 22 de enero se descubrieron documentos entre los que había extractos de tarjetas de crédito a nombre de la familia Yeltsin. El ataque de Luzhkov ha sido calculado y consciente, y ha golpeado donde más duele, pues el alcalde no podía ignorar el motivo del mutismo de Yeltsin.

Mientras tanto, el otro escándalo sobre el que Luzhkov exige explicaciones, el de blanqueo de dinero a través del Bank of New York, fue tratado por Yeltsin durante la reunión que mantuvo en el Kremlin con el director del Servicio Federal de Seguridad (SFS), Nikolái Pátrushev. Éste le dijo al presidente que cree que "se trata de un caso político, relacionado con las próximas elecciones en EEUU", y que considera irreales las cifras que se dan (de hasta 15.000 millones de dólares, 2,4 billones de pesetas, en año y medio). De todas formas, Pátrushev prometió que investigarán a fondo las acusaciones si los norteamericanos les muestran datos, cosa que no han hecho. No descartó, eso sí, enviar a investigadores -de la fiscalía, del Ministerio del Interior y del SFS- a EEUU para estudiar el problema.

En EEUU, el Bank of New York anunció el despido de otra empleada de origen ruso, Svetlana Kudriávtsev, por negarse a cooperar con la investigación interna que está realizando el banco.