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Dos españoles en poder de la guerrilla colombiana escapan de sus captores

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Antonio García Díaz, de 62 años, y su hijo Francisco Javier, secuestrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lograron burlar a sus captores el pasado martes, después de tres semanas de cautiverio. Padre e hijo vivieron 36horas de huida a través del monte, en el departamento de Cundinamarca, que corresponde a Bogotá, y se encuentran a salvo "en un lugar seguro", según fuentes de la Embajada española. Hay cierto secretismo alrededor de los españoles ya que se temen represalias.

García Díaz es un empresario ganadero radicado en Colombia desde hace años, donde contrajo matrimonio. El pasado 10 de agosto, Antonio y su hijo fueron secuestrados por la guerrilla en la localidad de Mosquera, también en Cundinamarca. Nadie había reclamado todavía ningún rescate por ellos, hecho que sembró la alarma sobre su posible destino. El martes, mientras sus captores seguían con devoción una retransmisión deportiva a través de la televisión, Antonio y Francisco Javier decidieron huir. Descendieron por las laderas del monte hasta una vaguada, siguieron el curso del agua hasta encontrar una vereda y, después de 36 horas de recorrido por un territorio bajo absoluto control de la guerrilla, avistaron un pueblo y pudieron establecer contacto con las autoridades. Sólo el conocimiento del terreno explica que tuvieran éxito en su empresa.Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat Valenciana, de visita oficial en Colombia, tuvo ocasión de conversar brevemente con ellos y de celebrar el éxito de su peripecia. Fuentes diplomáticas invocaron razones de seguridad para negar el acceso a los fugados, pero no tuvieron ningún empacho a la hora de consentir que Zaplana posara junto a ellos. Desde la Generalitat se aseguró que padre e hijo se encontraban perfectamente a última hora del martes. Los fugados dijeron haber sido tratados bien durante su cautiverio y se permitieron varias bromas mientras conversaron con Zaplana. La esposa y madre, feliz, estaba notablemente más nerviosa. Fuentes diplomáticas advirtieron sobre la posibilidad de que la guerrilla adopte represalias para castigar la osadía de los fugados.

Otros cinco rehenes españoles

Otros cinco españoles no han tenido hasta el momento la suerte de Antonio y su hijo y permanecen aún en poder de las guerrillas de Colombia, país que ocupa el primer puesto en el mundo en cuanto a número de secuestros (1.121 personas cautivas el año pasado, y, de ellas, 560 todavía apresadas al terminar 1998). Desde el 11 de febrero de este año no hay noticias de Enrique López Franjo, de 66 años, residente en Venezuela desde 1981 y que fue secuestrado por un comando de las FARC cuando se hallaba en un centro comercial de la ciudad de Barquisimeto, cerca de la frontera colombiana. En poder de las FARC también se encuentran, desde el 18 de febrero, Marcos Gallego Jiménez, de 52 años, y José Luis García Alarcón, de 35, técnicos que trabajan para la empresa de telefonía Tedelca, subcontratada por Alcatel.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) tiene en su poder, desde el pasado 30 de mayo, a Óscar Julián Arboleda, un estudiante de 26 años, hijo de padre colombiano y madre española. El joven fue una de las 150 personas secuestradas por el ELN cuando asistían a misa en un templo de la ciudad de Calí, al suroeste de Bogotá. Finalmente, el pasado 6 de junio, Santiago López Esparza, de 46 años, que trabaja para Alcatel y reside en Bogotá desde hace cinco años, fue secuestrado por las FARC en la zona de Agua de Dios, a 114 kilómetros al suroeste de Bogotá.

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