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Un estudio certifica que el paro y el trabajo precario reducen la natalidad

Los expertos en demografía han sostenido desde siempre que las condiciones socioeconómicas de las personas tienen una influencia decisiva en la evolución de la natalidad. Un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del País Vasco ha comprobado que las personas que están en paro o trabajan en precario tienen entre un 20% y un 50% menos de posibilidades de tener su primer hijo que quienes disponen de un trabajo estable. Estos mismos datos se repiten a la hora de contraer matrimonio.

La investigación ha comprobado estadísticamente que el desempleo y temporalidad retrasan la decisión de los españoles de contraer matrimonio y tener descendencia. La natalidad española ha sufrido en las últimas décadas un descenso pronunciado: de una tasa de fertilidad a mediados de los setenta de casi tres hijos por mujer, una de las más altas de Occidente, ha pasado a otro de 1,2 hijos por mujer mediados noventa, uno de los más bajos de todo el mundo. Esta caída coincide en el tiempo con un aumento del desempleo, que pasa de afectar a menos del 5% de la población en los años setenta a alcanzar una tasa cercana al 20% desde mediados de los ochenta. Un equipo de investigación de la UPV, dirigido por Arantza Ugidos Olazabal, consideró que el incremento del paro, junto con una mayor temporalidad contractual (los contratos indefinidos han pasado del 55% de mediados de los ochenta al 40% en los noventa) podía resultar un factor relevante en el índice de matrimonios y nacimientos, ya que el paro perjudica además con mayor intensidad a los españoles jóvenes de entre 16 y 29 años, edades propicias tanto para uniones en pareja como para la paternidad-maternidad. Matrimonio y empleo estable Con está sospecha, se comenzó a estudiar la relación entre la evolución de natalidad y el mercado de trabajo, además de valorar otros aspectos como la educación y la profesión. Los investigadores han utilizado los datos de situación familiar, residencia, actividad económica, empleo y ocupación que contiene la Encuesta Sociodemográfica que periódicamente realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) como base para relacionar dichas variables. Y los resultados son bastante indicativos: los hombres con un trabajo a tiempo completo y estable contraen matrimonio con mayor frecuencia; aquellos con un empleo a tiempo parcial o temporal ven reducida su probabilidad de casarse en cerca del 20% con respecto al anterior grupo. La relación entre la situación laboral y la decisión de tener un hijo ofrece unos resultados similares. De nuevo las personas con trabajo estable tienen más probabilidades de tener descendencia por primera vez antes que ninguno de los otros grupos: entre un 20% y un 40% más que los trabajadores a tiempo parcial o con contrato temporal, y hasta un 50% más que los que carecen de empleo. También se percibe una influencia entre la calidad del trabajo y la decisión de tener el segundo hijo.

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