Brasil juzga a 150 policías militares acusados de asesinar a 19 campesinos

La localidad de Eldorado dos Carajás se hizo célebre de forma dramática fuera de las fronteras de Brasil el pasado 17 de abril de 1996. Aquel día, 150 policías militares mataron a 19 campesinos miembros del Movimiento de los Sin Tierra (MST), una organización que reivindica la mejora de las condiciones de vida de los agricultores y la distribución de la tierra que concentran unos cuantos latifundistas. Después de tres años, el juicio contra los presuntos autores de la matanza comenzó ayer en el aula magna de la Universidad del Amazonia, en la ciudad de Belem (Estado de Pará).

El juicio, que ha sido considerado el más importante de la historia de este país contra la policía militar, va a durar hasta el próximo mes de diciembre con sesiones cada 15 días. Los policías serán juzgados de tres en tres.Los primeros que se sentaron ayer en el banquillo de los acusados fueron el coronel Mario Colares Pantoja, el comandante José María Pereira de Oliveira y el capitán José de Almendra Lameira. Se trata de los tres militares que mandaban el pelotón de los otros 147 agentes que se enfrentaron a los campesinos. A juzgar por el despliegue de cientos de policías que ayer rodearon la Universidad, y por las declaraciones sentidas de los miembros del MST, que están en pie de guerra y preparan marchas masivas en el caso de que consideren que el proceso pueda estar amañado, el juicio no va a ser sereno.

El nerviosismo en el cuerpo de policías era ayer evidente si se tienen en cuenta las manifestaciones de los acusados. Pero tambien el MST está tenso: ésta es la primera vez que un tribunal de justicia se va a interesar por 19 de los 400 asesinatos que, según la Comisión Pastoral de la Tierra del Episcopado brasileño, han sido cometidos sobre los campesinos desamparados entre 1987 y 1996. De los 400 asesinatos, sólo 6 habían llegado a los tribunales.

El veredicto del jurado sobre los tres primeros acusados de la matanza de 1996 se esperaba para la madrugada de ayer. Esta decisión podría indicar la línea que seguirá el jurado en los demás casos. La defensa de los acusados sostiene que no existen "pruebas individuales" contra los policías, y ha intentado hacer recaer la responsabilidad sobre el gobernador de Pará, Almir Gabriel, que habría sido advertido del riesgo de enfrentamiento entre la policía y los campesinos.

De hecho, ayer, tras escuchar las acusaciones en su contra, cuya comprobación le puede significar 30 años de prisión -la máxima condena de la legislación brasileña-, el principal implicado, el coronel Pantoja, descargó su culpa en Gabriel. "En el interrogatorio de hoy [por ayer], el coronel Pantoja dijo claramente en dos ocasiones que la responsabilidad de la matanza fue del gobierno de Pará", aseguró el presidente de la Comisión Pastoral, el obispo Tomás Balduino. Balduino, quien estuvo presente en la primera sesión del histórico juicio como representante de una de las entidades que asesora a la acusación en el proceso, advirtió que Gabriel tendrá que responder por un homicidio que fue "claramente político".

Evidencias claras

La matanza se produjo cuando los uniformados, al parecer apoyados por pistoleros al servicio de latifundistas de la región, dispararon contra la multitud de campesinos. Las imágenes del enfrentamiento fueron transmitidas en distintos espacios informativos y dejaron clara la responsabilidad de la policía. Las investigaciones, además, demostraron que algunos campesinos fueron asesinados a quemarropa y cuando se habían rendido.El episodio, que motivó un rechazo mundial y dio dimensión internacional al MST, organización que se ha convertido en la que mayor oposición popular ejerce al presidente Fernando Henrique Cardoso, obligó al Gobierno a acelerar su política de distribución de tierras en Pará.