La Duma ratifica como primer ministro al 'delfín' de Yeltsin para ocupar el Kremlin
No hubo sorpresas en la Duma (Parlamento) estatal: como se esperaba, los diputados ratificaron en su cargo de primer ministro a Vladímir Putin, el hombre que el presidente Borís Yeltsin quisiera ver en el Kremlin como resultado de las elecciones que se celebrarán a mediados del año próximo. Putin obtuvo 233 votos, siete más de los que necesitaba para pasar el examen al que le sometieron los parlamentarios. El primer ministro había hecho todo lo posible por salir airoso de esta prueba: la semana pasada mantuvo numerosos encuentros con el fin de obtener los apoyos que necesitaba.
En su discurso de ayer, Putin se esforzó por dejar contentos a todos haciendo promesas a diestro y siniestro. La aprobación del nuevo primer ministro estaba decidida desde la mañana, cuando el Partido Comunista, que tiene el grupo parlamentario más numeroso, decidió dar libertad de acción a sus miembros, lo que significaba que muchos votarían a favor del candidato de Yeltsin. Lo mismo hizo el izquierdista Partido Agrario y el liberal Yábloko, mientras que Nuestra Casa es Rusia, que encabeza el ex primer ministro Víktor Chernomirdin, y el ultranacionalista Partido Liberal Democrático habían anunciado su apoyo a Putin. Contra la candidatura de Putin se pronunciaron 84 diputados; 17, se abstuvieron, y 105 no participaron en la votación.Las razones para aprobar a Putin ya en la primera votación son varias. En primer lugar, la mayoría de los políticos quería terminar los más rápidamente posible la crisis gubernamental con el fin de poder concentrarse en la campaña para las elecciones parlamentarias del 19 de diciembre. En segundo, había casi unanimidad en considerar que ante la explosiva situación creada en Daguestán se necesita tener un Gobierno legítimo y sólido. Por último, la alternativa a la aprobación era la disolución de la Duma y la celebración de comicios legislativos con el Parlamento cerrado, cosa que la oposición quería evitar a toda costa.
Carrera electoral
La Duma estatal, dominada por los comunistas y sus aliados, en vísperas de elecciones se convierte en un verdadero cuartel general de la campaña electoral del bloque de izquierda. Además, un Parlamento abierto da ciertas garantías de que no habrá pucherazo o, al menos, que el fraude será mínimo.Tampoco hubo sorpresas en el programa presentado por Putin ante los parlamentarios. El primer ministro señaló que una de las tareas primordiales de su Gobierno será mantener el orden y celebrar elecciones limpias y en los plazos constitucionales. Naturalmente, la promesa iba dirigida a la izquierda y también a los partidarios del alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, que temen que el Kremlin trate de no celebrar los comicios presidenciales. Para ello podría aprovecharse de una situación como la que hay en Daguestán, declarar el estado de emergencia y aplazar indefinidamente las elecciones. Putin se preocupó de tranquilizar a los diputados. Además, prometió continuidad tanto en la política económica como en la exterior. Por último, aseguró que ayudaría al complejo de la industria militar y al sector agrario, y que pagaría los atrasos de las pensiones y los sueldos.
Putin también dijo que se había puesto de acuerdo con Yeltsin para mantener en sus cargos a la mayoría de los actuales ministros. De todas formas, habrá algunos cambios en la composición del Gabinete, y así lo anunció horas antes de la votación el presidente en el Kremlin.
Ahora que se ha ratificado al primer ministro, los políticos podrán concentrarse en la formación de alianzas electorales de cara a las legislativas. Se espera que esta tarde, Yevgueni Primakov -el ex primer ministro que, según las encuestas, continúa siendo el político más popular- anuncie su disposición a encabezar la lista electoral del bloque formado por Otéchestvo (Patria), el partido de Luzhkov y Toda Rusia, la organización que agrupa a influyentes líderes regionales.
Gran poder de atracción
Esta alianza tiene un gran poder de atracción, y otras organizaciones que antes formaban frente común con los comunistas ahora quieren adherirse a ella. Así, Legado Espiritual ya ha anunciado que se plegará a Otéchestvo-Toda Rusia. Su líder, que en la Duma estatal formaba parte del grupo parlamentario comunista, fue expulsado ayer de él. Además, Mijaíl Lapshín, copresidente del Partido Agrario, también anunció sus intenciones de unirse al bloque electoral que encabezará Primakov. Esto supondrá la división del partido, ya que parte de él, concretamente la liderada por Nikolái Jaritónov, jefe del grupo agrario en la Duma, permanecerá fiel a sus aliados comunistas. Serguéi Stepashin, el predecesor de Putin, se perfila como el abanderado del bloque que unirá a la derecha. Actualmente hay negociaciones para que en esta nueva alianza participe Nuestra Casa es Rusia; Právoye Delo (Causa Justa o Causa de la Derecha), de Borís Nemtsov, y Fuerza Nueva, de Serguéi Kiriyenko.
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