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El I Congreso de Polipoesía revisa en Barcelona las nuevas tendencias expresivas

Ciberpoesía, poesía visual, gestual, sonora, gutural, electrónica, fonética, objetual, hiperpoesía, videopoesía...: son múltiples formas de expresión -algunas viejas, otras nuevas- que, sin embargo, tienen algo en común y que han reunido en un movimiento internacional a un buen puñado de artistas. Muchos de ellos, como el catalán Xavier Sabater, el italiano Enzo Minarelli, el alemán Christian Scholz, el brasileño Philadelpho Menezes o el portugués Fernando Aguiar, entre otros, participarán en el primer Congreso Internacional de Polipoesía que se celebra desde hoy y hasta el miércoles en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Xavier Sabater (Barcelona, 1953), poeta y organizador del congreso, define la polipoesía como "una palabra simpática", un cajón de sastre en el que se esconden "hasta 30 tendencias o lenguajes poéticos". El concepto, acuñado por Minarelli a principios de los ochenta, ha hecho fortuna y se ha ganado un montón de adeptos. "Dentro de ella", continúa Sabater, "cabe de todo. Cada poeta puede tener su propia personalidad. Lo bueno de la polipoesía es que no es un movimiento dogmático". Aunque la diversidad es la tónica dominante, Sabater pone en claro un par de cosas: que los polipoetas viven tanto del pasado como del futuro y que utilizan todos los recursos que tienen a su alcance para hacer una poesía que tiene, en muchas ocasiones, un contenido social y crítico importante. "No somos ni vanguardistas ni experimentales, trabajamos con todos los lenguajes posibles y somos los poetas de nuestro tiempo".¿Qué ha hecho que el movimiento se haya extendido tanto? "Hasta hoy día, la idea que se tenía de la poesía era la de una cosa muy literaria", explica Xabater. "Pero el mundo evoluciona. Y lo hace gracias a las nuevas tecnologías. El problema de los poetas era el mismo fueran de donde fueran: la gente, hace una veintena de años, ya no nos leía; miraba la televisión o escuchaba la radio. Algunos poetas nos dimos cuenta de que teníamos que cambiar el soporte de difusión de la poética. Podía ser un vídeo, un casete o un disco compacto. Y también nos pusimos a recitar poemas en directo". Oralidad y nuevas tecnologías son, pues, dos de las fuentes principales de las que bebe la polipoesía: "Los polipoetas no inventamos nada. La poesía siempre había sido oral. Antes de que fuera impresa en libros, llegaba al pueblo a través de bardos, juglares y trovadores. Sólo se ha dado otra vez vida a la palabra".

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