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Los Castellers de Vilafranca completan la frágil "torre de nou amb folre" en La Bisbal

Los Castellers de Vilafranca exhibieron ayer su potencia para imponerse en la tradicional cita del 15 de agosto en La Bisbal del Penedès. La torre de nou amb folre i manilles de los verds marcó la diferencia entre esta agupación y las dos colles de Valls, que también mostraron su artillería. La plaza de La Bisbal se ha convertido en los últimos años en el escenario de una obligada exhibición de castells de nou de máxima dificultad, y ayer volvió a confirmarlo.

La actuación de La Bisbal se presentaba con todos los alicientes de las grandes citas: entre las construcciones preparadas, los verds tenían la torre de nou y las Joves guardaban en cartera el cinc de nou. La polémica también se paseó por la plaza, ya que a algunos componentes de la Vella -la única colla que consiguió realizar su programa en la totalidad- no les agradó el intento de colaboración en sus respectivas pinyes entre la de Vilafranca y las Joves, propuesto por estos últimos y acogido con frialdad por los primeros. Los verds iniciaron su actuación con un tres de nou amb folre -el cuarto que han alzado en las últimas tres semanas-, que presentó una medida un poco abierta, pero que fue corregida en los pisos superiores. A continuación llegó el momento de mayor compromiso, ya que la colla de Vilafranca se planteó la torre de nou amb folre i manilles, un castell considerado de gran fragilidad y escasa estabilidad y que requiere una absoluta compenetración entre todos los miembros. A pesar de las constantes sacudidas, la firmeza de los castellers consiguió llevar a buen puerto la construcción -la segunda que se ve este año-, lo que fue celebrado con acentuadas muestras de júbilo por parte de la colla. En la última manga, los Castellers de Vilafranca atacaron el quatre de nou amb folre, pero el castell perdió demasiado pronto la medida y se rompió por arriba, cuando se colocaban los dosos. El quatre de vuit amb l"agulla y el pilar de set amb folre les sirvió para culminar su notable actuación. La Vella de Valls inició su exhibición con un quatre de nou amb folre muy ligero de peso, que además presentaba la particularidad de que el folre no incluía vents, lo que sin duda dificulta su ejecución. De hecho, este castell permitía preparar un próximo quatre de nou sense folre. En la segunda ronda, la Vella completó un trabajado tres de nou amb folre, a continuación ejecutó el quatre de vuit amb l"agulla -una construcción sobre la que ejerce un absoluto dominio y confianza- y culminó su exhibición con el pilar de set amb folre. La Joves comenzó muy bien con un brillante tres de nou amb folre, pero tuvo que desmontar en dos ocasiones el quatre de nou amb folre por indecisión de la canalla. Ejecutó un seguro cinc de vuit -el séptimo del año- que le permitió serenar los animos para volver a intentar el quatre de nou, que en esta ocasión ascendió con numerosos problemas de forma que lo llevaron a la caída. Acabó la exhibición con el dos de vuit amb folre.

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