Las subidas en el precio de la gasolina impiden que mejore la inflación

El índice de precios al consumo (IPC) se mantuvo en el 2,2% en julio en relación con un año antes, la misma tasa que en los dos meses anteriores. La espectacular subida de los precios de los carburantes (un 8% en los últimos 12 meses y un 11,4% en lo que va de año), junto al alza en el sector turismo (un 1,5% en julio respecto de junio), son las causas de que la inflación se resista a bajar. El Ministerio de Economía descartó ayer bajar los impuestos que gravan el consumo de gasolinas, que suponen el 68% sobre el precio final.

Los datos del IPC, publicados ayer por Estadística, alejan la inflación del objetivo del Gobierno para este año (1,8%), al situarse en un 2,2% en los últimos 12 meses y en un 1,7% desde enero pasado, tras una subida del 0,4% en julio. La causa principal está en el capítulo de carburantes y combustibles, que incluye las gasolinas, y en los servicios relacionados con el turismo. El dato de julio no recoge aún el incremento en el precio de las gasolinas durante esta semana, que ha alcanzado para la súper las 130 pesetas por litro, un máximo histórico. El precio del petróleo ha remontado por encima de los 20 dólares por barril -ayer se cotizaba en Londres a 20,84 dólares- y rápidamente ha sido trasladado a los consumidores. En los 12 meses anteriores a julio, la subida de los carburantes y combustibles ha tenido un impacto en el IPC de medio punto. Es decir, si se hubiera mantenido la moderación del pasado año -descenso del 8% en 1998-, la inflación estaría ahora en el 1,7%, en lugar de en el 2,2%. El diferencial de inflación con la media de los países de la zona euro, situada en junio en el 1,2%, también sería inferior en medio punto sin el alza del precio de las gasolinas. El Ministerio de Economía recalcó ayer que no se plantea reducir los fuertes impuestos que gravan el consumo de las gasolinas, que suponen el 68% sobre el precio final fijado para el consumidor.