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"La amenaza fantasma" reúne en Palma a escritores, modelos, políticos y artistas

Canal+ organizó el preestreno en España de la nueva película de George Lucas

Un extraño y exitoso acontecimiento sociocultural ocurrió anteanoche en Palma de Mallorca. La ciudad, que es ahora una meca repleta de peregrinos del ocio y populares a la sombra de eventos patrocinados, es un lugar ubicado cerca de la frivolidad pero que se hallaba hasta el jueves 12 en la absoluta periferia de los estrenos y la industria cinematográfica. Canal+ apostó contra el calor y la rutina y desveló en primicia en España, para casi 1.000 invitados, La amenaza fantasma, última película de George Lucas sobre su famosa saga de La guerra de las galaxias.

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Fantasías en el castillo

El cine fantasioso con mundos virtuales pero anclado en mitos religiosos y en pasajes de cintas históricas, convocó a protagonistas de la cultura, las finanzas, la política y a algunos habituales de la vida social. La gala se desarrolló lejos del mar, en la gran arteria de la capital balear, las Avenidas, en la Sala Augusta, ante cuya fachada se congregó una masa paciente de curiosos y mitómanos.El evento, celebrado con la asesoría de la Fox y la productora de Lucas, fue a beneficio de la Fundación Codespa que patrocina un plan para la inserción de los llamados niños de la calle de Iberoamérica. Encabezaron la nómina oficial, la infanta Pilar de Borbón, hermana del Rey; el presidente del Gobierno balear, el socialista Francesc Antich, que reconoció que "no había visto anteriores entregas" e ironizó sobre "lo divertidas que son las batallas universales tras los episodios de pacto político que hemos tenido".

La geografía particular de espectadores de la première parecía diseñada a porciones, una alianza multiclase. La cultura literaria, con seis escritores y editores (Baltasar Porcel: "Me gustó más la primera, ésta me ha parecido de un infantilismo monótono"; José Carlos Llop: "Vine en especial a acompañar a mis hijos, que están encantados"; Biel Mesquida: "Extraeré claves sociales de la fiesta para mi próxima novela"; Fernando Schwartz: "Me parece muy bien. Lucas demuestra que está en plena forma"; Basilio Baltasar: "Me gustaron más los guiones anteriores", y Camilo Cela Conde: "Muy buenos efectos pero esta película es menos romántica y menos literaria que las otras de la saga").

Los cuerpos de bronce de conocidas mujeres de pasarela y habituales de la pantalla sorteaban reporteros al borde del patio de butacas. Inés Sastre no vio de niña las obras precedentes de George Lucas, pero aseguró que recuperaría la memoria. Ahora se va a filmar una película a Bulgaria. Paloma Lago, escasa de todo, sonrió, celebró la película y explicó que su hijo de tres años se había quedado en casa tras comerse una hamburguesa. Nuria March, imagen de marca de una casa de piel local y mujer de un nieto de Franco, Jaime Martínez Bordiu, pasó de escorzo, posó y dio detalles de su embarazo. Simoneta Gómez Acebo, Marilí Coll y Álvaro de Marichalar, cazaron fogonazos.

Un diseñador de joyas y arte utilitario, Chus Burés, se explayaba con entusiasmo acerca de los "espléndidos detalles de la arquitectura y la decoración que contiene el filme". El padre del macroaeropuerto de Palma, Pere Nicolau, vio "diseño muy efectista en los edificios imaginarios y mucho impacto visual".

En el patio de butacas, en un orden tranquilo y sin agobios, estaban jóvenes y mayores de las familias March, Barreiros, Stampa Braun, Segurado, Obregón, Dicenta o Salas. Arriba en la discreción, con sonrisa nerviosa y en la cumbre del poder hotelero mundial, Sebastián Escarrer, vicepresidente del Grupo Sol, reconoció que "disfrutó" con la película, mientras otro joven empresario de la distribución cultural, Frederic Mudoy Rotger, desmenuzaba las claves técnicas del producto Lucas.

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