El gusto musical de los españoles se desplaza hacia autores nacionales
Alejandro Sanz, Manolo García y Julio Iglesias encabezan los éxitos de 1998, según la SGAE
El gusto musical de los españoles se desplaza del repertorio internacional hacia autores nacionales y música cantada en ese idioma. Si hace seis años los intérpretes españoles ocupaban menos de un tercio del mercado, hoy representan más del 50%, según los datos publicados recientemente en el anuario de 1999 de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Sin embargo, este nacionalismo musical no se corresponde con el negocio discográfico, que en su mayoría se concentra en manos de compañías multinacionales.Los discos Más, de Alejandro Sanz; Arena en los bolsillos, de Manolo García; Gloria, de Gloria Estefan; Vuelve, de Ricky Martin; Titanic-James Horner, de B.S.O., y Mi vida, grandes éxitos, de Julio Iglesias, encabezaron la lista de los títulos más vendidos en 1998. Le siguen Palabra de mujer, de Mónica Naranjo; Luna nueva, de Rosana; Talk on corners, de The Corrs, y Vida loca, de Francisco Céspedes.
El camino del éxito no lo han tenido fácil. Los intérpretes nacionales han tenido que pelear con auténticos fenómenos socio-musicales, como Spice Girls y Backstreet Boys, y competir con figuras de gran prestigio internacional, como Celine Dion, Mike Oldfield y U2. También es encomiable la capacidad de algunos intérpretes españoles para mantenerse en la cima durante dos años consecutivos, como Alejandro Sanz, Rosana y Jarabe de Palo con su disco La Flaca. Incluso veteranos como Julio Iglesias y Joan Manuel Serrat (en el puesto 18º de la lista con Sombras de la China) o Ana Belén siguen colocando sus discos entre los más vendidos después de varios años de éxito.
Por su parte, el número de artistas extranjeros que ocupan las listas de los 50 discos más vendidos disminuye: de los 35 lugares que copaban en 1993 a 26 en 1998. Ese año se vendieron en España 59 millones de discos, que supusieron 100.000 millones de pesetas. Las ventas situaban a España en 1997 en el quinto lugar, después de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Francia. Los estilos más solicitados son pop y rock convencional (37%), baladistas (9,8%), cantautores (8,9) y flamenco (6,8%).
La piratería (realización de una copia no autorizada) en España se mantiene por debajo del 10%, uno de los índices más bajos del mundo. Los más altos están en Rusia, Brasil, China, India e Italia.
Música clásica
En cuanto a música clásica (no incluye ópera), la SGAE ha recopilado por primera vez datos de los dos últimos años sobre los conciertos y sesiones que se han celebrado en España. Y una de las primeras conclusiones es que la oferta de música clásica depende más de la disponibilidad de espacios (3.574 en total) con significación histórica o monumental para celebrar conciertos que de la demanda social. Así resulta un panorama muy heterogéneo: Valencia, Cataluña, Castilla y León y Andalucía son las comunidades autónomas con un mayor número de espacios en los que se han celebrado conciertos; sin embargo, la mitad norte cuenta con una mayor programación; y de los 4,5 millones de espectadores que asistieron a alguna sesión (de las 13.300 que se celebraron), la mitad se repartieron entre Madrid, Valencia y Cataluña.
Otra de las conclusiones es que la música clásica se ha convertido en una actividad minoritaria que no puede subsistir sólo de los recursos derivados del mercado. Los principales promotores son los ayuntamientos (44,5%), diputaciones provinciales (5,9%), comunidades autónomas (7,5%), instituciones académicas (4,3%) y el Ministerio de Cultura (1,7%). La recaudación del año pasado ascendió a 4.000 millones de pesetas.
Babelia
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