Deslumbrante actuación de Mercé y Vicente Amigo en la Unión

Otro día en que el Festival del Cante de las Minas, en su 39ª edición, ha tenido un considerable éxito. Fueron el guitarrista Vicente Amigo y el cantaor José Mercé quienes lo hicieron posible interpretando un recital que tuvo extraordinaria acogida por parte del público que llenó a rebosar el Antiguo Mercado Público de La Unión (Murcia), edificio emblemático del festival conocido actualmente con el significativo nombre de Catedral del Cante.

Este año el Festival Nacional del Cante de las Minas ha registrado llenos absolutos, con el cartel de "agotadas las entradas" colocado desde días antes.El último de estos conciertos, el de Vicente Amigo y José Mercé, fue casi un tumulto. Y es que a nivel popular Mercé es probablemente el cantaor que mayor tirón tiene hoy. Sus actuaciones, desde que lanzó el año pasado el disco Del amanecer, tienen dos partes bien diferenciadas: una en que se mantiene fiel al cante por derecho y otra en que hace un recorrido por buen número de temas del citado disco.

En la primera Mercé es efectivamente ese cantaor jondo que aborda los palos más serios de manera ejemplar. De entrada tonás, la voz a palo seco, desnuda, sin el apoyo de ningún acompañamiento musical. Digo siempre que es como una declaración de principios, porque son los cantes más desguarnecidos de cualquier posibilidad de alivio. Mercé los hizo con rotunda flamencura, de pie en el escenario, sin hurtar el cuerpo ni la voz a las tremendas dificultades del género. Después soleares y siguiriyas, con parecidas grandeza y hondura, es decir que Mercé ofreció la cara más dura y compleja del cante, y lo hizo con la maestría que tiene sobradamente demostrada en estos palos. La guitarra de Moraito Chico, como en él es costumbre, puso un acompañamiento profundo y bellísimo.

En la continuación del recital el panorama cambia totalmente. Mercé se lanza a los temas del disco, algunos ya muy populares en la calle. Temas mucho más ligeros, por supuesto, lo que no quiere decir que sean despreciables. Son otra cosa, sencillamente. Es verdad que en varios de ellos se identifican los estilos flamencos -alegrías, bulerías, tangos...-, pero no es menos cierto que están tratados con otro talante, más moderno y festivo, tanto por el autor de la música, que es Vicente Amigo, como por el cantaor.

Amigo fue, precisamente, el protagonista de la primera parte del programa. Deslumbrante guitarra la suya, una de las más ricas en expresividad que hoy podemos oír. Vicente Amigo es un guitarrista prolífico, uno de los que actualmente están produciendo más y mejor obra, no sólo para ser interpretada por él, sino también para otros requerimientos, como el cante o el ballet.

En esta ocasión Amigo hizo también un concierto habitual en él, alternando los temas rítmicos con los de más pausado compás o libres de él, en los que puede explayarse con una profundidad y una intensidad que a nadie deja indiferente. La guitarra sola es un instrumento único para obtener de él la más bella música en manos de quien sea capaz de extraerla de sus cuerdas. Y Vicente Amigo sabe, ¡vaya si sabe! y supo hacer temas vibrantes de gran impacto en la audiencia, como unas alegrías que bailó el joven Rafael Campallo con fuerza y elegancia.