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Un polvorín en el Cáucaso

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Daguestán es un verdadero polvorín, que puede hacer explotar todo el Cáucaso. En 50.300 kilómetros cuadrados, principalmente montañosos, viven cerca de dos millones de habitantes, divididos en una cuarentena de grupos étnicos que están lejos de llevar una convivencia idílica.Así, existen tensiones entre los chechenos que viven en Daguestán, por una parte, y los laks y avar. Después de que Stalin deportara a los primeros, laks y avar ocuparon las tierras y casas que los chechenos dejaron, principalmente en los distritos de Novolákskoye y Dilim.

Algunos kumikos, un pueblo de origen turco que habita en seis distritos daguestanos, plantea crear la República Kumik, lo que despierta la hostilidad de los otros pueblos autóctonos de Daguestán.

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El movimiento Birlik pide el establecimiento de una autonomía nogay, otro pueblo de origen turco del Cáucaso, que incluiría un distrito de Daguestán, otro de Chechenia y otro de la provincia de Stávropol.

Los lezguinos, repartidos entre Daguestán y Azerbaiyán, también quisieran verse reunidos en una autonomía. A todos estos problemas étnicos, que siguen latentes sin haber llegado a explotar, ahora se les ha sumado el de los fundamentalistas, que sueñan con unir al Cáucaso bajo la ley del islam.

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