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Moscú ordena bombardear a los rebeldes islamistas que penetraron en Daguestán

La toma por parte de extremistas musulmanes de cuatro aldeas en Daguestán, república norcaucásica de la Federación Rusa, amenaza con desencadenar una nueva guerra en la que se puede ver envuelta Chechenia. Los extremistas, que aparentemente entraron desde territorio checheno, se preparan para resistir a las fuerzas rusas. Serguéi Stepashin, el primer ministro ruso, voló ayer a Daguestán y dijo estar decidido a aplastar a los islamistas, a los que califica de "simples bandidos". Nada más llegar a Majachkalá, ordenó bombardear a los extremistas. Horas después regresó a Moscú.

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Los extremistas, que, según las informaciones oficiales, pertenecen a la corriente de los wahabbitas, entraron el sábado en las aldeas daguestanas del distrito de Botlij dispuestos a instaurar un Estado islámico. Al menos, eso es lo que dicen los refugiados que ayer huyeron de las aldeas en manos de los musulmanes fundamentalistas. Para defenderse de estos ataques, además de las tropas rusas, Daguestán ha reunido a más de 500 voluntarios, según informó ayer la emisora de radio rusa Echo, que citaba a Saod Amirov, el alcalde de la capital de la región, Majachkalá. De acuerdo con esta información, los dirigentes de la zona lanzaron un llamamiento a todos los hombres que hubieran servido en el Ejército. Además, han puesto camiones a su disposición para transportarlos a las zonas de combate, donde ayer ya murieron cuatro soldados daguestaníes, según informaron las autoridades de la región.Cientos de mujeres con niños abandonaron la zona controlada por los wahabbitas que, según sus testimonios, pueden llegar a 2.000 hombres armados con fusiles Kaláshnikov, lanzagranadas y misiles portátiles antiaéreos. Una mujer mostrada por la televisión rusa dijo que entre los hombres que entraron a las aldeas daguestanas se encontraba Shamil Basáyev, célebre comandante checheno que durante el verano de 1995 entró a sangre y fuego en la ciudad rusa de Budiónnovsk.

Sin embargo, la mujer no lo vio personalmente y, en general, los testimonios de los refugiados son confusos y contradictorios. Se dice que los destacamentos de fundamentalistas están compuestos por árabes y hombres de países centroasiáticos, como Tayikistán y Uzbekistán, además de daguestanos. Otros refugiados aseguran que todos son chechenos.

Stepashin se comunicó ayer por la mañana con el presidente ruso, Borís Yeltsin, a quien informó telefónicamente de la situación en Daguestán y le dijo que consideraba necesario desplazarse urgentemente a Majachkalá.

Cumbre militar

El primer ministro envió de inmediato a Daguestán al jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, Anatoli Kvashnín; al comandante de las tropas del Ministerio del Interior, Viacheslav Ovchínnikov, y al ministro del Interior, Vladímir Rushailo. El mismo Stepashin llegó ayer por la tarde, después de entrevistarse en Kazán con el presidente de Tatarstán, Mitimer Shaimíyev. Se reunió con sus militares y, a las pocas horas, regresó a Moscú.El primer ministro ruso ha resuelto lanzar un masivo ataque. "Los acontecimientos de 1994-1995 han hecho a muchos amedrentarse, y ahora temen tomar responsabilidades; pero yo no", declaró Stepashin al comentar la situación en Daguestán. Stepashin fue uno de los principales responsables de la guerra de Chechenia: en 1994 ocupaba el puesto clave de director del Servicio Federal de Seguridad. Considerado un duro, se vio obligado a dimitir después de que Basáyev tomara miles de rehenes en el hospital de Budiónnovsk y lograra regresar triunfalmente a Chechenia.

Pero no sólo el primer ministro tiene cuentas pendientes en el Cáucaso: el general Kvashnín, categóricamente opuesto a la firma de la paz con los chechenos, estaba al mando de las tropas rusas cuando éstas entraron en la república rebelde, y es el responsable directo de la derrota sufrida durante el asalto a Grozni lanzado el primero de enero de 1995. Ovchínnikov es otro duro, que combatió en Chechenia; incluso entre sus colegas es conocido con el apodo de Halcón por ser contrario a todo compromiso con los separatistas.

El Congreso de los Pueblos de Ichekeria y Daguestán, organización extremista fundada en 1998 y presidida por Basáyev, no oculta que los destacamentos armados persiguen "establecer en todo Daguestán el gobierno de la Shariá". Así lo ha dicho, según la agencia Interfax, Adoló, uno de los dirigentes, quien ha informado también de que la televisión de la Shariá ya ha comenzado a funcionar en la república.

El Gobierno checheno, mientras tanto, trata de lavarse las manos y permanecer ajeno al conflicto. Selim Abdumuslímov, portavoz del presidente Aslán Masjádov, desmintió ayer que desde Chechenia hubieran entrado en territorio daguestano cientos de combatientes. Estas informaciones son, según el portavoz, "una provocación que persigue arrastrar a Chechenia a los acontecimientos daguestanos, que son internos".

Masjádov ha dado la orden de reforzar la frontera con la república vecina. "Todos los caminos y senderos que conducen al distrito de Botlij están siendo patrullados no sólo por los guardafronteras, sino también por destacamentos especiales del Ministerio del Interior, por lo que prácticamente está excluido que alguien pueda cruzar la frontera", señaló Abdumuslímov.

También en el Cáucaso, cerca de Vladikavkaz, en Osetia del norte, un grupo de hombres armados atacó ayer una base del Ministerio del Interior ruso, causando la muerte de dos soldados y tomando tres rehenes, según informaron las agencias rusas.

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