_
_
_
_

Los ultraortodoxos judíos toman las armas

Israel acaba de crear una combinación tan curiosa como explosiva: una unidad del Ejército para judíos ultrarreligiosos, con sus rizos (aladares) a los lados de la cabeza, sus luengas barbas y uniforme verde oliva.La unidad -cuya primera promoción cuenta con cerca de trescientos soldados- lleva el nombre de Nájal jaredí, que significa "jóvenes jaredim (temerosos de Dios) luchadores", y es una adaptación ultrarreligiosa del Nájal original, "jóvenes pioneros luchadores", creada tras la fundación del Estado de Israel, en 1948.

Para el Gobierno, la iniciativa es una forma de unir al dividido pueblo israelí, ya que la mayoría de los ultrarreligiosos no se alista. Para el filósofo Sefi Rachlevsky, es "un caballo de Troya, una falange armada que depende de rabinos extremistas".

Ruben Gal, ex psicólogo jefe del Ejército israelí y estudioso de lo que piensan y sienten los jóvenes de su país, cree que, en realidad, los grupos religiosos tratan de hacerse con el control de centros de poder en las Fuerzas Armadas, y juega a su favor el hecho de que los laicos no se sienten tentados por las armas.

A diferencia de los ultraortodoxos, que están exentos del servicio militar para dedicarse exclusivamente al estudio de los textos sagrados -y tienen prohibido trabajar, por lo que son mantenidos por el Estado-, los religiosos sionistas estudian en las academias rabínicas la mitad del tiempo y sirven en el Ejército la otra mitad.

El problema surge cuando un ultrarreligioso -se calcula que hay unos 300.000 adultos- no desea estudiar o no es apto para ello. Para ellos se ha formado esta unidad especial del Ejército, donde, además de las nociones militares, se les prepara en carreras técnicas, a fin de que posteriormente puedan incorporarse al mercado de trabajo.

Esta nueva unidad está integrada sólo por ellos y es prácticamente autónoma, lo que, para los que se oponen a su creación, le da una característica antidemocrática. Naturalmente, no admite mujeres, su comida es kasher y sus miembros no mueven un dedo en shabat, el día del descanso para los religiosos judíos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En su vida cotidiana, los ultrarreligiosos -ellos vestidos de negro y con sombrero, y ellas con la cabeza cubierta por un pañuelo- no tienen menos peculiaridades. Los hombres, cuando no esconden la cara al ver a una mujer ajena, escupen a su paso "para sacar de su seno los pensamientos pecaminosos".

Por su parte, las mujeres llevan la cabeza afeitada bajo el pañuelo. Esto es así porque, cuando sus antepasadas vivían en Europa del Este, estaban sometidas al "derecho de pernada", que las obligaba a pasar la noche de bodas en la cama de los jerifaltes locales. Con la cabeza pelada, esperaban disuadirlos.

Ambos, tanto mujeres como hombres, odian a los perros. Aseguran que este animal simboliza a Satanás y la impureza, y que quien se compadece de los animales es cruel con los seres humanos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_