El pequeño y mediano comercio español rechaza la libre apertura en domingo

El debate sobre los horarios comerciales en España utiliza desde hace varios años el referente europeo. Los distintos sectores implicados acuden a la legislación de los países comunitarios para determinar el grado de liberalización del comercio español. Comerciantes, Administración y otros afectados coinciden en el plano descriptivo, pero discrepan en las valoraciones. La polémica suscitada en Alemania por la apertura de una cadena de grandes almacenes en domingo ha concitado la atención: las posturas alemanas son también trasladables a España.

La apertura de la cadena alemana de grandes almacenes Kaufhof el domingo 1de agosto ha reavivado un debate generado en el seno del sector del comercio. Los distribuidores demandan una mayor liberalización de horarios, mientras que el pequeño y mediano comercio aboga por continuar con las condiciones actuales.En España existe una ley orgánica de 1996 que establece la plena libertad del comerciante para decidir los horarios de apertura y de cierre de su establecimiento. Sin embargo, dado que la regulación del comercio interior es competencia de las comunidades autónomas, el texto obliga a que exista un acuerdo entre los Gobiernos central y autonómico. De no ser así, cada comunidad elegirá la legislación que considere más conveniente.

Esta ley orgánica no será efectiva al menos hasta el 2001, lo que obligó en su día a contemplar un régimen transitorio, que es el que regula el comercio en la actualidad. Cada establecimiento ha de abrir un mínimo de 72 horas a la semana, que se distribuyen de manera libre entre lunes y sábado. En cuanto a los domingos y festivos, el comercio podrá hacer uso de ocho al año. Este dato varía según la comunidad autónoma. Así, en Madrid son 13, mientras que en Ceuta se amplían a 17. Euskadi y Melilla se rigen por el principio de libertad absoluta, ya que no tienen regulación autonómica.

La posibilidad de abrir los domingos es reivindicada por unos y contestada por otros. Fuentes de la Secretaría de Estado de Comercio aseguran que cuando existe la posibilidad de abrir, ésta no se aprovecha. Así, en el País Vasco nadie abre en domingo, "por tradición y también por la presión de los sindicatos". El vicepresidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Salvador Bellido, cree que la apertura dominical no incrementa el volumen de ventas. "El consumo se dispara sólo si aumenta la renta, pero no depende de los horarios de apertura", indicaba. La Secretaría de Estado de Comercio coincide en esta valoración. No opina lo mismo Jacobo García-Durán, secretario general de Idelco (Instituto de Estudios de Libre Comercio). Esta entidad ha elaborado un estudio sobre horarios comerciales en la Unión Europea y considera la legislación española "un error". Para García-Durán, la ley española es muy estricta y cada comerciante debería tener libertad para decidir cuántas horas abre. Ante la posibilidad de que esto perjudicase a algunos pequeños comercios que no pueden abrir de forma ilimitada, el secretario general de Idelco argumenta: "A lo mejor debería haber menos comercios en España, ya que en relación con la UE el número es muy elevado".

Partidarios y detractores de ampliar los horarios comerciales esgrimen el arma de la demanda para justificar sus argumentos. La Secretaría de Estado de Comercio está elaborando un estudio sobre esta cuestión basado en encuestas a comerciantes y a consumidores. A la espera de los resultados, sus responsables se remiten a un informe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizado en julio de 1998. Según esos datos, el 77,5% de los españoles no emplea el domingo en que abren los supermercados en realizar sus compras.

El barómetro del CIS es citado también por el presidente adjunto de la asociación de supermercados ARDE, Felipe Luis Maestro. Esta asociación considera que aunque la normativa permita a los comercios de otros países abrir más horas que en España, en la práctica los horarios de aquí son más amplios.

Una de las razones que maneja Idelco para defender la ampliación de horarios es que crearía más puestos de trabajo. Esta idea no es compartida por la Administración. Fuentes de Comercio creen que se podrían destruir empleos en aquellos pequeños comercios que no estén en condiciones de competir con los de mayores dimensiones.