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PATRIMONIO

Los arqueólogos desentierran una villa romana en Alcalá de Henares

Arqueólogos de la Comunidad y del Ayuntamiento de Alcalá de Henares (163.830 habitantes) han comenzado los trabajos para desenterrar la villa romana del Val, una casa de campo construida en el siglo I que quedará abierta al público antes de que finalice el año, según los planes de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad. Será esta casa otro de los puntos visitables del Parque Arqueológico de Complutum con el que la Consejería de Educación pretende mostrar cómo era la vida en un complejo agropecuario en época romana. Para ello se instalarán unas pasarelas por las que el público recorrerá las dependencias de la casa.La existencia de la villa del Val se conoce desde los años setenta. Pero la ausencia de normas y la falta de un control riguroso en esa época permitieron que fuera parcialmente destruida. La actividad arqueológica comenzó en 1984. Entre ese año y 1991 se realizaron trabajos de excavación con los que se obtuvieron los datos necesarios para conocer el edificio. Luego, se volvió a cubrir de arena.

"Se tapó porque la zona no reunía entonces las condiciones necesarias para su mantenimiento. Era la forma de protegerla", declara un técnico de Patrimonio. Desde entonces, han crecido los árboles del parque en el que está ubicada y ya no se construye en su entorno. Por eso, Patrimonio se ha decidido a desenterrarla y habilitarla como parte integrante del Parque de Complutum. A partir de ahora se trabajará en el proyecto expositivo y en su restauración, que incluye la reconstrucción de los principales mosaicos aparecidos.

Cría de caballos

Los arqueólogos y los historiadores que trabajan en la villa del Val piensan que era un recinto dedicado a la cría de caballos; pero de caballos de carreras a los que, seguramente, también se entrenaba en ella. "La iconografía más importante encontrada en la villa hace referencia a los caballos de circo. Se sabe que el caballo hispano era uno de los preferidos en el Circo Máximo de Roma, concretamente el que se criaba en la zona centro de la Península", explican en Patrimonio.

El gran mosaico que presidía la estancia principal de la casa, el lugar de recepción llamado oecus, representa una cuadriga victoriosa, es decir, caballos que llevan una palma en señal de triunfo. Se le ha bautizado como mosaico de la auriga victoriosa. El caballo también aparece en otras dependencias de la casa y en varias paredes y estucos. Sin embargo, lo que no se han encontrado son huesos de caballos. "Esto hace pensar que eran caballos que se exportaban, que la casa se dedicaba a su cría y entrenamiento.

La actividad en la villa del Val se prolongó hasta el siglo VI. A partir de entonces se usó como necrópolis visigoda. Se piensa también que alguna de sus habitaciones se utilizó posteriormente como iglesia.

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