Will Smith resucita al televisivo Jim West de los sesenta en 'Wild wild West'
El actor presentó en Barcelona el filme, que se estrena el 6 de agosto
Desde luego que este hombre es todo un espectáculo. El jueves por la noche, en el preestreno de Wild wild West en Barcelona, acudió al cine vestido de su personaje, Jim West, aquel pistolero seductor y defensor de la ley y el orden que pobló las pantallas televisivas de los sesenta. Ayer, en la rueda de prensa de presentación del filme, repitió actuación, aunque esta vez cambió el traje de época por otro más cómodo, parecido a un pijama. De la película -que llega a España el 6 de agosto- habló poco; lo suyo es bromear. Lo hizo con el director, Barry Sonnenfeld, con los periodistas y hasta con sus guardaespaldas.
Will Smith, que empezó su carrera como músico de rap y se dio a conocer al gran público gracias a la serie televisiva El príncipe de Bel Air, se ha convertido en el rey de la taquilla. Sus películas Independence day y MIB: hombres de negro se cuentan entre las más taquilleras de la historia. Wild wild West lleva el mismo camino. Aún no hace un mes que se estrenó en Estados Unidos -llegó a las pantallas el 4 de julio- y ya ha recaudado 100 millones de dólares.Éxito de público, sí, pero no de crítica. Smith expresó, a su estilo, lo que piensa al respecto: "Cuando se encuentran con grandes películas como Wild wild West, los críticos creen que no pueden decir que les han gustado. También es el caso de MIB, La familia Addams...". "En fin", zanjó tras meditarlo un momento, "de todos los filmes de Barry". Fue ésta una de las muchas y variadas bromas que el actor gastó al cineasta durante la hora que duró el encuentro con la prensa. Aunque Sonnenfeld no le fue a la zaga.
Empezaron los dos jugando con el aparato de traducción simultánea que la organización puso a su disposición y acabaron su gran interpretación reprendiendo a un periodista por llevar una grabadora casi prehistórica. Al final, Smith se apiadó del redactor, se levantó, fue hacia él, le agradeció su buen rollo, lo abrazó y le prometió que le enviaría un magnetófono más acorde con los tiempos en que vivimos. Reparto de lujo
Wild wild West es un producto difícil de etiquetar. Algo así como un western futurista situado en pleno siglo XIX, con toques de la saga 007, pinceladas cómicas y no pocos efectos especiales. El reparto es de lujo. Comparten cartel con Smith los actores Kevin Kline -en el papel de otro agente especial, Artemus Gordon, genio del disfraz, refinado y dotado de un alma renacentista, que no siempre está de acuerdo con los métodos de su colega Jim West- y el británico Kenneth Branagh -como el perverso doctor Arliss Loveless, un ex cabecilla sureño que se dedica a secuestrar científicos con el objetivo de que fabriquen armas para su lucha particular contra Estados Unidos-. Loveless perdió sus piernas luchando a favor del Sur y se mueve en una extraña silla de ruedas. En la serie televisiva, este desalmado personaje respondía al nombre de Miguelito y era un enano.
La réplica femenina a tan notable elenco es la mexicana Salma Hayek, que da vida a la bella y misteriosa Rita Escobar, una mujer que todavía complica más si cabe la difícil convivencia entre Jim West y Artemus Gordon.
Smith habló así de sus colegas de cartel: "Kevin Kline es un tipo muy divertido, lleno de ingenio, con miles de ideas. Tiene talento y sentido del humor. Cuando lo conocí, supe que me lo iba a pasar bien con él y que daría energía al personaje de Artemus Gordon. En cuanto a Branagh, ¿qué decir de él? Es uno de los grandes actores shakespearianos. Verlo trabajar es toda una experiencia". Pero la respuesta no acabó aquí. El actor se reveló incapaz de dar por contestada una pregunta sin rematarla con un añadido que arrancara las risas del auditorio. Así que agregó: "Kevin Kline es un guaperas, aunque vestido de mujer pierde. En cambio, yo no estoy nada mal". Se refería Smith a que ambos se disfrazan de féminas en distintos momentos de la cinta. Sonnenfeld terció: "Me gustaba el busto de Kline y tu parte trasera".
"¿Cuál es su secreto para triunfar?", le preguntaron al final. "Trabajo. Soy un actor sin horario. No logro conciliar el sueño hasta que sé que he hecho las cosas bien". Fue el único momento en que el acto se asemejó a una rueda de prensa.
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