Cuenca por cuenca
El estudio de UGT también evalúa el estado general de las aguas cuenca por cuenca, basándose en los parametros más frecuentes de las normativas europea, estatal y autonómica. Así, el río Palancia es uno de los menos contaminados, aunque su situación empeora pasado Segorbe, a la altura de Sot de Ferrer. Fosfatos, fenoles y mucha conductividad (sales disueltas, que impiden su uso para riego) son sus problemas. Y empeoran los parámetros de contaminantes urbanos. En el Mijares, en la zona baja, sobre todo en la rambla de la Viuda, los niveles de boro (vinculado a los esmaltes cerámicos) son muy altos. En Vila-real hay altas concentraciones de hidrocarburos. En el Turia, el curso bajo se lleva la peor parte por el elevado número de industrias. Nitratos, fosfatos y fenoles, una alta conductividad y vertidos urbanos son los parámetros que más le afectan. El Júcar, lógicamente está dividido en sus distintos afluentes. Y el Magre es uno de los más afectados. A su paso por Requena se han hallado desde fenoles y detergentes hasta metales pesados, quizá debidos a las industrias del cuero. El Cànyoles, pese a tener menos contaminación urbana, empeora año tras año a su paso por Xàtiva en lo referente a las industrias. Boro, cromo, manganeso, fosfatos, detergentes, fenoles y nitritos disparan en este río sus niveles máximos, además de presentar una salinidad muy elevada. El río Verde ha empeorado en Alzira por los vertidos domésticos y sigue manteniendo sus tradicionales problemas industriales. En vertidos fabriles empeora el río Albaida, lo mismo que el Buñol. Y el canal Júcar-Turia, a la altura de Picassent empeora en contaminación microbiológica e hidrocarburos. El Serpis acumula gran número de metales pesados aguas arriba del embalse de Beniarrés, en Muro d"Alcoi. Situación que también se da en el resto de contaminantes industriales y en los vertidos ubanos. La situación mejora a partir del L"Orxa.Por último, el Vinalopó, "se encuentra altamente contaminado en todo su cauce".