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Los dueños de perros peligrosos deberán pasar un psicotécnico

Quien quiera poseer un perro o cualquier otro animal considerado peligroso deberá pasar un examen psicotécnico. Los interesados en ser propietarios de un tigre, una boa o de un perro de presa tendrán que demostrar su capacitación psicológica, igual que si se tratara de sacar el carné de conducir o una licencia de armas. Así lo recoge el anteproyecto de Ley de Tenencia de Animales Peligrosos que ha elaborado el Ministerio de Agricultura, informó ayer el subsecretario del ministerio Manuel Lamela.Otros requisitos que deberá cumplir el dueño de uno de estos ejemplares son: no tener antecedentes penales, ser mayor de edad y demostrar que se ha contratado un seguro que cubre los posibles daños causados por el animal. El anteproyecto no incorpora ninguna lista con los animales que se considerarán de riesgo, pero ésta se redactará en el reglamento que desarrolle la ley. De esta manera podrá actualizarse la lista fácilmente, explicó ayer Lamela.

Sin sacrificios

El borrador de la ley no prevé explícitamente la posibilidad de eliminar a un animal que haya atacado a una persona, pero en algunos casos el sacrificio será una consecuencia inevitable de la aplicación del reglamento, ya que la normativa detalla que en ciertas circunstancias la policía deberá "incautarse del animal y recluirlo en el depósito más adecuado", informó Lamela. Este depósito podría ser un parque zoológico (si se tratara de animales exóticos) o una perrera municipal en el caso de los canes de defensa y ataque. Estos establecimientos sólo mantienen a los animales durante un periodo de tiempo, después del cual, si no han encontrado dueño para ellos, los sacrifican. Por sus características agresivas, los perros peligrosos no podrán ser entregados a ningún particular.

El historial de todos los animales estará recogido en un registro municipal, donde figurarán, entre otros datos, su origen, propietario, incidentes anteriores y sanciones.

Los dueños de los animales serán responsables de inscribir el ejemplar en el registro y de notificar los cambios de domicilio. Por el contrario, el propietario no tiene obligación de informar de cambios temporales de residencia, por lo que durante estos periodos el control sobre los animales será menor. Lo que sí se incluye en la ley son las condiciones para el transporte de animales peligrosos.

El borrador, que mañana será debatido por la Comisión de Secretarios y Subsecretarios -paso previo a su discusión por el Consejo de Ministros-, sólo prevé sanciones civiles para los dueños de los animales. Estas multas irán desde las 25.000 pesetas en los casos más leves hasta los 2,5 millones de pesetas. No se incluyen penas de cárcel o indemnizaciones, que deberá fijar el Ministerio de Justicia en una ley que elaborará, según Lamela, en septiembre.

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