La página negra
La página negra de las violaciones de los derechos humanos que marcaron la mayor parte del reinado de Hassan II no acaba de ser pasada del todo, pese a las medidas adoptadas por el Gobierno de Abderramán Yusufi. Siguen presentes en la memoria el largo estado de excepción que el monarca decretó entre 1965 y 1970; la confirmación de la existencia de las tétricas mazmorras de Tazmamart, en el sur del país, donde decenas de presos políticos y ex golpistas fueron enterrados en vida, o la larga detención del opositor izquierdista de origen judío Abraham Serfaty, que permaneció encarcelado durante 17 años, fue privado de la nacionalidad marroquí y forzado a un exilio en Francia, del que aún no ha podido regresar. Tras la liberación de 350 prisioneros en 1994, el Gobierno de Yusufi comenzó a excarcelar el año pasado a los últimos detenidos políticos y abrió una investigación para averiguar el paradero de los desaparecidos tras su detención por los servicios de seguridad del régimen en la represión de los años sesenta y setenta. Muchos de los excarcelados han recibido ya autorización para poder viajar al extranjero.
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