Schommer critica la falta de fondos fotográficos en los museos españoles

Hace tiempo que la fotografía tenía que haber traspasado el umbral de las salas de exposiciones temporales y llegado a las colecciones estables de los museos. El fotógrafo Alberto Schommer, que imparte esta semana un taller de fotografía en la Universidad Complutense, en San Lorenzo de El Escorial, cree "aberrante" que los museos españoles no tengan fondos de fotografía. "Los museos todavía no valoran la fotografía porque a sus directores les cuesta reconocer una obra de arte fotográfica frente a una pictórica o escultórica", opina el fotógrafo. "Si les dan un millón de pesetas para comprar una obra, no se plantean comprar una fotografía. Quiere decir que no han entendido de la misa la media".Schommer pone el ejemplo del Guggenheim de Bilbao: "Es un museo de arte moderno en el que no hay una sola fotografía, algo que es característico de España. En otros países, los grandes museos compran esos fondos y además abren museos específicos de fotografía. En España no hay ni una cosa ni la otra, salvo un pequeño museo de Zarautz, en Guipúzcoa". En cuanto a las salas de exposición sobre fotografía, el artista dice que las hay de obras muy buenas, "pero las salas están mal llevadas, porque no se presenta a los artistas a las bienales o a las grandes ferias".

Ligero cambio

Schommer destaca el cambio que se está empezando a producir, aunque haya llegado tarde. "Comienza a haber críticos que han empezado a hacer fantásticas críticas de fotografía, pero hasta hace poco apenas se hacían". La explicación, según Schommer, "es que la fotografía es un arte muy moderno, muy actual, es un mundo que parece fácil de atrapar, cuando realmente no es así".Sobre la formación de los fotógrafos, Schommer lamenta que en España no haya una escuela -como en el Reino Unido o Alemania- en la que se forme a los fotógrafos en profundidad. "Con unos estudios de este tipo se ganaría muchísimo, porque el fotógrafo tiene que ser muy dúctil, debe tener un conocimiento muy variado sobre política, literatura o cine. Y los fotógrafos actuales, salvo excepciones, escasean de cultura general. Algo esencial para hacer un reportaje con una determinada línea política o social o para plantear los contenidos de un libro". Schommer proyecta crear un Centro Nacional de Fotografía con un grupo de profesionales: "No se trataría de utilizarlo para enseñar, sino para recuperar los trabajos y archivos de los fotógrafos, orientarles sobre por dónde tienen que ir y ayudarles a meterse en el mundo de la fotografía nacional".

Schommer, que ha seleccionado de 70 aspirantes a 13 alumnos para su taller de verano, es optimista sobre el futuro que les espera a las nuevas generaciones: "Tienen cada vez más campo en la fotografía porque puede darles de comer, hay multitud de campos donde aplicarla, es un medio de expresión artística y basta con una cámara pequeña y sencilla para sacar fotos estupendas".