Empresas de Estados Unidos regalan ordenadores a los que se comprometen a darse de alta en Internet
Hasta hace sólo unos meses era relativamente habitual que con la compra de un nuevo ordenador se incluyera, gratis, la conexión a Internet por un determinado periodo de tiempo. Pero la explosión del consumo a través de Internet y la necesidad de asegurarse potenciales clientes cibernautas ha puesto del revés esa oferta comercial: ahora en EEUU se regalan ordenadores a cambio de la conexión a Internet. Varias cadenas de tiendas y fabricantes de ordenadores han iniciado una carrera para atrapar consumidores.La prensa de Estados Unidos está plagada de anuncios calcados: "Ordenadores gratis. Entre hoy mismo en Internet sin pagar por un costoso ordenador". La venta -el regalo- de ordenadores se ha disparado, pero se trata de campañas afectadas por la letra pequeña y por la prisa de algunos consumidores para no llegar tarde al mundo de la Red.
Las cuatro principales cadenas de productos informáticos de EEUU (CompUSA, Best Buy, Circuit City y Micro Center), con miles de tiendas, ofrecen gratis ordenadores con procesador Intel a 333 MHz, tarjeta gráfica y módem último modelo, Windows 98 preinstalado y disco duro con capacidad suficiente como para almacenar enciclopedias enteras. Además de los complementos habituales (altavoces, impresora, monitor, etc.) se ofrece servicio técnico durante un año. En términos sencillos: es un buen ordenador.
Junto a la palabra "gratis" figura un asterisco que traslada al lector al pie de página: "Requiere conexión a Internet con el servidor X durante 36 meses". Al final de ese tiempo el ordenador ya es suyo.
El consumidor puede pensar que la conexión a Internet es un regalo del paquete, pero los 20 dólares mensuales que cuesta (3.250 pesetas) amortizan con creces en esos 3 años el precio real de la máquina regalada. Por si eso no fuera suficiente beneficio para el distribuidor, las empresas que ofrecen acceso a Internet consiguen aumentar su nómina de clientes y, con ello, el volumen de usuarios expuesto a la publicidad que incluyen a través de su servicio.
Ocurrió antes con la telefonía móvil, cuando el reclamo de teléfonos gratis dejaba clientes atrapados en planes de pago no tan sabrosos.
Variedad de trucos
Hay más trucos en esta operación comercial. Los tres años que firman los nuevos usuarios de Internet con el servicio de acceso son una eternidad en el universo informático. Cuando acabe ese periodo de tiempo sus conexiones puede que sean las más lentas de la red porque estarán implantadas las tecnologías que ahora florecen: las líneas ADSL (que aprovechan el cableado telefónico convencional) y el acceso por cable o satélite.Una de las compañías que mayor éxito está logrando es Direct Web, que regala una media de mil ordenadores diarios. Los nuevos adictos a la red no sólo se comprometen a usar (y pagar) su servicio de acceso a Internet: cada vez que se conectan, su navegador les hace pasar irremediablemente por el portal de la compañía, es decir, el lugar de mayor bombardeo publicitario.
Otras empresas se muestran aún más descaradas. Free PC, una de las más conocidas, regala el ordenador y la conexión a Internet a cambio de un doble compromiso del cliente: acepta que en su pantalla aparezcan ventanas con publicidad cada vez que navega por la red y accede a proporcionar a la empresa información personal sobre sus gustos consumistas. Aún más: accede por contrato a que esa empresa pueda vender a terceros tal información. Pasan pocos días antes de que el consumidor comience a recibir, por todos los medios, publicidad personalizada a la medida de sus patrones de compra. Hace algunos meses esta compañía se permitía rechazar clientes al considerarlos poco atractivos para su objetivo; la moda de los ordenadores gratis ya no tolera semejante frivolidad comercial ante un medio tan jugoso como Internet.
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