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Medio Ambiente detecta 60 zonas en los ríos con una calidad de agua "inadmisible"

Las cuencas fluviales del Segura, Guadalquivir y Júcar son las más contaminadas

La salud de algunos ríos españoles está bajo mínimos. El índice de calidad general (ICG), que evalúa el grado de contaminación mediante muestreos que consideran 23 parámetros diferentes, considera "inadmisible" la calidad de las aguas en 60 de los 489 puntos seleccionados por el Ministerio de Medio Ambiente. Con una puntuación de 0 a 100, sólo 222 muestras (el 45,3%) dieron como resultado un agua "excelente" o "buena", y el resto presenta carencias. Entre las cuencas más contaminadas destacan las del Guadalquivir, Júcar y Segura, además de algunos puntos aislados del Ebro y Tajo.

El procedimiento de análisis efectuado por los expertos en calidad de las aguas de las confederaciones hidrográficas se lleva a cabo mediante tomas de aguas en estaciones de aforo fijas donde se tienen en cuenta 23 variables que, una vez contrastadas y mediante una ecuación, arrojan una puntuación, un valor final.Las puntuaciones indican la calidad del agua, que se sitúa entre la "muy contaminada" y la "totalmente limpia". La puntuación máxima de 100 puntos no la ha conseguido ninguna de las muestras analizadas. Lo más parecido al agua pura que podemos encontrar los españoles es el caudal del río Cabrera, que discurre en Puente Domingo Flórez (al oeste de la provincia de León), que ha conseguido una puntuación de 95,1. En el polo contrario, en la tabla clasificatoria encontramos también un solo caso de cero absoluto: el río Segre, a su paso por la localidad leridana de Seròs.

El Ministerio de Medio Ambiente analizó el año pasado 489 puntos seleccionados entre las diez confederaciones hidrográficas, y con la información recogida confeccionó unas tablas de calificación de aguas en función del ICG medio. Las aguas calificadas de "excelentes", localizadas casi con exclusividad en la mitad norte del país, se recogieron en 80 estaciones. La clasificación positiva continúa con los caudales "buenos" (142 puntos) e intermedios, establecida para aquellos con puntuaciones entre 65 y 75 puntos.

Mitad sur

En la mitad sur, por contra, destacan las aguas "admisibles" (todo un eufemismo en este caso dado que se trata de la penúltima clasificación establecida), y las "inadmisibles", que serían aquellas que presentan los mayores niveles de contaminación.Las cuencas del Guadalquivir, con 20 puntos negros, y las del Júcar, con 16, se configuran como las más problemáticas. Algo más alejados se sitúan los cauces situados en las cuencas del Segura, Ebro y Guadiana, con media docena de estaciones que presentan niveles de contaminación inadmisibles.

La clasificación se ha dado a conocer en forma de respuesta parlamentaria a una pregunta formulada el mes pasado al Gobierno por el diputado Manuel Alcaraz, de Nueva Izquierda. Interesado en obtener datos comparativos de la contaminación de los ríos valencianos y murcianos con respecto a los del resto de España, el parlamentario confirmó sus sospechas. "Los ríos que abastecen al País Valenciano figuran entre los peores", señaló ayer.

En la cuenca del Júcar tan sólo el agua analizada en tres estaciones obtiene la calificación de "excelente", por cuatro en la del Segura. En ambos casos, las tomas se recogieron en las cabeceras de los ríos, antes de que el caudal atraviese las zonas industriales, ganaderas y agrícolas que vierten a los ríos productos contaminantes. El podio indiscutible es para el Guadalquivir, con mayoría de puntos "inadmisibles" frente al resto de calificaciones.

Para Alcaraz, el informe de Medio Ambiente es "optimista", y mantiene el convencimiento de que si los análisis se encargaran a laboratorios independientes, el panorama empeoraría sustancialmente. "Es seguro que la realidad supera esa estadística, de hecho alarmante en algunos casos, pero no se observan actuaciones directas de choque de las administraciones públicas para frenar la contaminación".

Contaminación del Ebro

Por otra parte, dos tramos fluviales del Ebro, el que discurre entre Miranda y Haro y el del término de Logroño, presentan una mala calidad, según un estudio elaborado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de todo el cauce del río, informa . El informe, finalizado en 1998, constata en estos dos tramos que el grado de contaminación del agua y los vertidos de aguas residuales impiden la existencia de un óptimo nivel de fauna acuática y de peces de calidad.El tramo del Ebro entre las localidades de Logroño y Agoncillo, zona de gran concentración industrial, presenta un alto grado de contaminación que no se diluye porque existen numerosos vertidos menores a lo largo del tramo. Entre Miranda de Ebro (Burgos) y la desembocadura del río Tirón, en el término riojano de Haro, también se encuentra contaminada. En este caso, el informe señala al río Bayas, afluente del Ebro, como el causante de la aportación del grueso de la contaminación originada por la industria de Lantarón (Álava) y la propia Miranda.

Las aguas que vierte este afluente, más densas, se hunden y vuelven a aflorar dos kilómetros más abajo, lo que da el color rojizo generalizado y el mal olor al río. Salvo en estos dos puntos, se puede señalar que la calidad del agua a su paso por La Rioja es "aceptable", según el jefe de calidad de las aguas de la CHE, Luis Pinillos.

El pasado 25 de noviembre, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas condenó a España por incumplir la directiva relativa a la contaminación causada por determinadas sustancias peligrosas vertidas en el medio acuático y por no adoptar programas de reducción de la contaminación de las aguas continentales. Una condena de este tipo supone sanciones de más de 20 millones de pesetas diarias.

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