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Reportaje:ENFERMEDADES RESPIRATORIAS

La mayoría de las infecciones del verano se deben al mal uso del aire acondicionado

Si los lugares climatizados son un oasis en medio de la canícula estival, también las temperaturas excesivamente bajas alcanzadas gracias al aire acondicionado, la sequedad y contaminación del ambiente en los espacios refrigerados y el choque que sufre el organismo con los cambios bruscos de temperatura por este sistema son responsables de la mayoría de las infecciones respiratorias de los meses de verano. Comercios, restaurantes, bares, cines, transportes, centros de trabajo y cada vez más hogares españoles tienen incorporado un sistema de climatización y a menudo, como advierten los especialistas, el problema no radica tanto en la tecnología del aire acondicionado, sino más bien en el mal uso que se hace de ella.Miguel Hinojosa Macías, alergólogo del hospital Ramón y Cajal de Madrid y uno de los expertos que mejor conoce la patología generada por los sistemas de climatización y otros factores del llamado síndrome del edificio enfermo, sostiene que cualquier sistema de aire acondicionado de calidad y que esté bien instalado y en buenas condiciones de matenimiento "está actualmente lo suficientemente perfeccionado como para no causar ningún tipo de enfermedad".

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"El problema aparece", explica, "cuando no se respetan las instrucciones de mantenimiento y limpieza del fabricante, así como las revisiones técnicas a que debe ser sometido el sistema. Entonces éste se ensucia, se contamina y se convierte en una especie de ventilador que esparce por todo el ambiente bacterias y hongos. El aire acondicionado se constituye entonces en fuente inagotable de procesos de las vías respiratorias, altas y bajas, como resfriados, faringitis, bronquitis e incluso neumonías, que pueden ser de origen alérgico o infeccioso".Por ello, según este especialista, el sistema de climatización es el principal factor de todos los que afectan al síndrome del edificio enfermo, ya que del aire acondicionado dependen la temperatura y la humedad ambientales de los interiores, aspectos que inciden más directamente sobre la salud humana que otros como la iluminación, los ruidos, las vibraciones o los olores.

Cuando el sistema del aire acondicionado está contaminado, las posibilidades de aparición de patología se multiplican. Es muy común que en las grandes instalaciones de climatización estén contaminados por bacterias u hongos el depósito del agua y los sistemas de conducción del aire. De esta forma, se contamina todo el ambiente y empiezan a aparecer los problemas de salud.

Como los edificios herméticos carecen de ventilación natural, cuando se contamina cualquier parte del sistema, como la conducción del aire o los depósitos humidificadores, se va cargando de contaminantes todo el aire que se respira en el interior.

Los principales contaminantes del aire por sistema de climatización son la bacteria Legionella pneumophila, responsable de una neumonía que puede causar la muerte, y los hongos Aspergillus niger y Aspergillus fumigatus, que provocan enfermedades alérgicas respiratorias, como rinitis, asma y neumonía. "En las personas con el sistema inmunológico comprometido, el hongo Aspergillus fumigatus puede causar una neumonía, de origen alérgico o infeccioso, que genere una sepsis o infección generalizada que conduce a la muerte", agrega Hinojosa. También existe la llamada fiebre de los acondicionadores, que se manifiesta con fiebre, tirirona, malestar general y dolor de cabeza.

Para José María Bertrán, jefe de sección del departamento de otorrinolaringología del hospital Ramón y Cajal, los resfriados nasales y las faringitis son las infecciones más comunes, debidas sobre todo a las bajas temperaturas del aire acondicionado, a la sequedad ambiental que produce y al choque que sufre el organismo al pasar bruscamente de una temperatura de 18 y 24 grados centígrados a otra de 40.

"Es muy frecuente", indica, "que los rinovirus, que son virus saprófitos de la mucosa de la nariz y que en situación normal no generan enfermedad, se hagan patógenos por esas circunstancias y aparezca el resfriado. Por eso, en verano los catarros son generalmente víricos, a diferencia de los invernales, producidos por bacterias".

Bertrán pide que los ancianos, los niños pequeños y todas aquellas personas con una salud delicada, con cualquier patología asociada importante y con el sistema inmunológico deprimido (las defensas bajas), extremen las precauciones al permanecer en espacios climatizados.

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