"Los resultados empresariales no tienen sexo"
Magda Salarich no ha puesto una pica en Flandes, sino en París, una plaza más difícil. Por primera vez en la historia del gigante automovilístico, una persona española ocupa en Citroën un puesto de tal envergadura. Desde el 1 de julio pasado, Salarich es directora de comercio para Europa y directora general de Citroën Hispania. Esta ingeniera madrileña de 43 años, casada y con dos hijos, entró en la compañía hace 20 años y su carrera no ha podido ser más brillante. Vive entre París y Madrid, aunque ahora confiesa llevar un par de semanas que no vive, lo cual expresa sin victimismo, con una amplia sonrisa, porque a Magda Salarich -lo dice sin empacho- le encanta trabajar. Le divierte. Y dice que siempre ha sido así; no sólo cuando ha ocupado cargos tan relevantes. Le entusiasma hablar de su empresa; no le gusta tanto hablar desde su condición de mujer, a pesar de lo cual se presta a expresar sus puntos de vista.Pregunta. No sé si llega a estos puestos directivos en un mal momento. Va a ser difícil superar los resultados obtenidos ahora, cuando todas las marcas automovilísticas están batiendo récords de ventas.
Respuesta. Al contrario. Es un momento excelente. Es verdad que el año pasado obtuvimos una cifra récord. Vendimos 178.000 coches en España. Pero es que para este año tenemos la previsión de llegar nada menos que a 200.000; es el 20% de lo que vende Citroën en todo el mundo. Es impresionante. Tengo aquí los datos actualizados, que son muy bonitos. Da mucho gusto. El año pasado crecimos un 17% y para este año la previsión es del 18%. Ahora vamos a lanzar el Xsara Picasso, un modelo que, según los análisis, va a ser un éxito rotundo. Si el Xsara es el número dos del mercado sin el Picasso, imagínese lo que nos vamos a divertir el año que viene. Lo vamos a pasar bien.
P. Ustedes se caracterizan por mantener una política comercial muy agresiva.
R. Sí, pero tiene que haber algo más para ser el segundo. Y ese algo más es el producto. Si éste no gusta, de nada sirve la política comercial.
P. El boom del automóvil en Europa es una de las causas de la grave contaminación de nuestras ciudades.
R. La culpa no es sólo del automóvil. Aún así, toda la industria hace grandes esfuerzos en este sentido y los nuevos motores son mejores. Nosotros somos pioneros en un nuevo sistema, el filtro de partículas para los motores diesel, un terreno en el que somos líderes.
P. También se hacen esfuerzos para reducir los consumos.
R. Si preguntas a la gente por qué compra un coche contesta que por el precio y por la estética. El consumo es un factor importante, pero nadie lo reconoce. Nadie te lo cuenta.
P. ¿Supone la subida del precio del crudo una amenaza para el sector?
R. Sin duda. Aunque, por otro lado, hay una gran bonanza económica y las previsiones son buenas.
P. ¿Por qué no le gusta que le pregunten desde su condición de mujer?
R. Porque el resultado de un trabajo no tiene sexo. Se mide por ventas, por participación de mercado y resultados económicos. Plantear una entrevista o un problema desde esta perspectiva resta amplitud a la visión de las cosas.
P. ¿Se ha preocupado alguna vez por la situación que viven las mujeres en su empresa?
R. Si contesto que sí sería contradecir mis convicciones. Una mujer es tan capaz como un hombre de obtener buenos resultados. Pero si digo que no, parecería que las mujeres no me importan.
P. ¿Le importa en general la situación de la mujer? R. Ése no es el enfoque adecuado. Los resultados de los trabajos son los mismos
P. No el reconocimiento. Lo demuestran las estadísticas salariales y laborales.
R. El reconocimiento es igual. Al menos no he tenido una experiencia contraria.
P. Usted sigue a pies juntillas el sistema de Citröen en Francia de no alargar las reuniones más de una hora.
R. No es una decisión. Es una necesidad. Cuando llegas a un nivel como el mío no queda más remedio que organizarse y las reuniones deben ser ejecutivas; se acude a ellas preparado y son para tomar decisiones.
P. Dicen que es un rasgo muy femenino; que las mujeres necesitan ser rápidas y efectivas en el trabajo porque valoran también otras cosas en la vida.
R. Yo no diría nunca que las cosas hay que hacerlas rápido en el trabajo porque hay otras cosas que vivir. No sería honesta. Yo me divierto en el trabajo y le dedico mi vida. Tengo una familia a la que dedico también una parte muy importante de mi vida. Pero no tomo decisiones porque tenga otras cosas que hacer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.