El Parlamento reconstruirá una fachada que derribó sin permiso

El Parlamento vasco deberá rendir cuentas ante el Ayuntamiento de Vitoria por el derrumbamiento de la fachada del edificio que albergará sus nuevas oficinas, a pesar de que estaba obligado a conservarla. La pared fue derribada durante la operación de engarce entre la vieja fachada y el interior, que es de nueva construcción. La Mesa del Parlamento aprobó ayer un proyecto para invertir 290 millones de pesetas en reconstruir la fachada. Precisamente, su conservación obligó a gastar 60 millones extraordinarios. El presupuesto de la obra asciende a 1.600 millones. La palabra definitiva corresponde al nuevo equipo de gobierno municipal, que como medida de urgencia ha paralizado las obras. Primero, deberá estudiar las alegaciones que presentará el Parlamento, explicando las razones del derrumbe. Según un portavoz de la Cámara vasca, se originó por motivos técnicos al desplomarse parcialmente trozos de la pared y, posteriormente, se eliminó el resto de la fachada por "razones de seguridad", para no evitar posibles riesgos a los trabajadores y a los peatones. Las mismas fuentes aseguraron que "se ha hecho todo el esfuerzo posible por conservar la fachada, pero estaba en muy mal estado". Si el Ayuntamiento no admite las disculpas, se le impondrá una multa, explicó ayer el alcalde, Alfonso Alonso. Por otra parte, el consistorio estudiará el proyecto aprobado ayer y, en caso positivo, deberá conceder la licencia de obra. La fachada del edificio carece de interés arquitectónico, pero al estar catalogada no puede derribarse. Así que para evitar agravios con otros casos similares, la corporación obligó al Parlamento a conservarla.