Deficiencias

Quiero denunciar la deficiente actuación del Ministerio de Educación y Ciencia y de los profesores de los institutos ante la asignatura de Historia de la Filosofía en la selectividad. El programa señalado por el MEC es muy amplio y profundo; tan largo, que los profesores de muchos centros optan por acortarlos según criterios particulares que ignoro, pero que difieren de unos profesores a otros, e incluso son diferentes entre centros que se tienen que ir a examinar en la misma Universidad. En consecuencia, hay alumnos que han estudiado a Sartre y otros no saben quién es; otros estudian a Unamuno y a otros sólo les suena el nombre, y así ocurre con Ortega y Gasset, Nietzsche, santo Tomás, Adorno, Marx, Locke, Wittgenstein, san Agustín, etcétera.

Sucede que de las dos opciones que dan al alumno en la prueba de la selectividad, donde podría elegir la que mejor se sabe, existe la posibilidad de tener que rechazar parte o todo por no haber estudiado la totalidad de la materia por criterio no acertado del profesor, convirtiendo al estudiante en víctima de una injusticia, y al profesor, en un objeto de su odio.

Otro problema añadido a la asignatura es la dureza de interpretación de los libros de texto, cuyos autores acuden a un léxico complicadísimo, que hace que la mayoría de los alumnos no entiendan y se limiten a aprender frases sin sentido, esperando al día siguiente del examen para borrar todo de su mente, y entonces, ¿para qué valió el esfuerzo de tantas horas de estudio?

Ánimo a los padres para que presenten en las APA y consejos escolares este problema para que el ministro ponga fin a esta situación, que desanima enormemente a los jóvenes.-.