María Kodama inaugura un curso sobre Borges

, El otro y la relación del escritor con la filosofía centraron ayer la apertura del curso Borges (1899-1999) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander, organizado por la viuda del autor, María Kodama, y el director de la Biblioteca Nacional, Luis Alberto de Cuenca. La que fue compañera del escritor abrió las sesiones del seminario con una reflexión sobre la presencia de ese otro en la literatura borgiana que adornó con ejemplos extraídos de novelas como El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, en las que se retrata esta dualidad.

Con una lección leída llena de llamadas a la mitología, a los clásicos y a la idea de un dios, la uruguaya María Kodama inauguró el seminario sobre Borges.

El bien y el mal

"Dios creó al hombre a su imagen y unió en él el bien y el mal, entre los que el hombre se debate desde su nacimiento. Esta división se refleja en la literatura en el tema del otro. Y nadie en el siglo XX se ha preocupado tanto de este tema como Borges. Podemos encontrarlo en casi toda su obra", leyó la presidenta de la fundación internacional que lleva el nombre de Jorge Luis Borges. Dorian Gray y el Doctor Jeckyl aparecieron en la charla como paradigmas de estos personajes que escapan del otro través de la autodestrucción. Desde la visión que presentó Kodama, en el fondo de la obra de Borges están los problemas esenciales del hombre, analizados siempre desde la filosofía. "Una filosofía que como creador literario utiliza y capitaliza y la transforma en una literatura que es magnífica. La gran innovación de Borges es la simultaneidad; no hay escisión ni ruptura. Encuentra al niño, al adolescente y al anciano. Esto es la aceptación y el equilibrio del todo dentro de nosotros mismos. Esto significa que aceptamos ser otro". De filosofía habló también Luis Alberto de Cuenca. El director de la Biblioteca Nacional recordó que la obra de Borges interesa a los estudiosos de esta disciplina al mismo tiempo que al público en general. "Es un autor difícil que exige bastante atención por parte del lector. Sin embargo, es un poeta y un narrador que llega a mucha gente", apuntó Cuenca. Después recomendó la lectura de Ficciones, El Aleph o Historia universal de la infamia como "pórtico" para acercarse a la obra del autor argentino.