El Gobierno y los ayuntamientos han levantado más de 2.400 actas por infringir el decreto de bares

VIENE DE LA PÁGINA 1 Los datos revelan que un 3% de los ciudadanos cree que la entrada en vigor del decreto ha mejorado "mucho" la situación de los vecinos; un 12%, "bastante", y un 25%, "algo". En conjunto, un 40% de percepción de mejoría. Otro 29% cree que no se ha conseguido nada, mientras que el 31% no sabe o no contesta. A medida que aumenta la edad, más se señala la mejora en la situación. El alivio es más percibido en Vizcaya y en San Sebastián más que en las otras dos capitales. Los establecimientos que más molestan son pubs, bares con música o discobares (7%), seguidos de las salas de fiesta (4%), bares, cafeterías (4%) y restaurantes (3%). Desde que entró en vigor la normativa, en diciembre de 1997, el Ejecutivo y los ayuntamientos han levantado 2.453 actas de infracción a los locales que la han incumplido. La inmensa mayoría de las actas culmina en una sanción económica, dice el director de Juego y Espectáculos de Interior, Alberto Sanz. Irún es la localidad que más trabajo ha dado al servicio nocturno de su Policía Local, que ha abierto 1.037 actas, el 42,2% del total. Bilbao con 238, Portugalete (182) y San Sebastián (122) le siguen en la lista. "En algunos casos, ante los reiterados incumplimientos, se han producido cierres", precisa Sanz. "Un sector que tiene casi 17.000 locales debe saber compatibilizar su actividad con el resto de la sociedad", recalca. Catálogo Sanz resalta los tres elementos precisos para la convivencia entre hosteleros, clientes y vecinos que quieren descansar: respeto a los horarios, insonorización de los locales correcta y el civismo de los consumidores. Interior estudia otras medidas, entre ellas un catálogo de locales de espectáculos y actividades recreativas. Junto con la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) y el propio sector de hostelería ha perfilado esta guía, que incluirá la definición del tipo de actividad que puede realizar cada local (previamente divididos en cuatro grupos) y los requisitos necesarios para desarrollarla, como los niveles de insonorización o posibilidad de vender alcohol. "Se trata de evitar que cada ayuntamiento, que al final es el que otorga las licencias, tenga su propio catálogo. Hay que tener un catálogo único y que un bar en Bilbao sea lo mismo que en Irún o Laguardia", dice Sanz.