Barak amplía su Gobierno para contentar a todas las tendencias

El Gobierno del primer ministro, Ehud Barak, decidió ayer, en su primera reunión, ampliar en seis ministros el Gabinete y pasar de 18 a 24 miembros. La decisión, calificada de "indispensable" por el líder laborista, servirá para calmar la ambición de los dirigentes de los partidos que configuran la coalición, algunos de los cuales se vieron relegados a cargos menores. La ampliación servirá además para resolver otro problema: facilitará el ascenso inmediato de más mujeres, aparte de la laborista Dalia Yitzik, responsable de Medio Ambiente. Barak trata de aplacar las iras de las feministas, que ayer se manifestaron por cuarto día consecutivo para acusar al primer ministerio de "machista".

La ampliación del Gabinete posibilitará un tercera carambola, al permitir el ingreso en el Ejecutivo de un octavo partido -Un Solo Pueblo, que cuenta con dos escaños-, y cuya base está formada por sindicalistas próximos ideológicamente a los laboristas. Esta aportación le otorgará a Barak el apoyo de entre 75 y 77 diputados en un Parlamento con 120 escaños, sorteando así el peligro potencial de un abandono del partido Israel Bealiya (de emigrantes rusos), que, debido a problemas internos, podría abandonar en breve la coalición.

La nueva composición del Gobierno deberá ser aprobada ahora por la mayoría simple de los diputados en un próximo pleno del Parlamento, donde contará con toda seguridad con la oposición del partido conservador Likud.

Pero la oposición que más debiera preocuparle a Barak con respecto a esta medida de ampliación es la surgida en sus propias filas. El ministro de Justicia, Yossi Beilin, uno de los hombres de mayor peso del Partido Laborista y relegado a posiciones de segundo orden, ha tildado el aumento de ministros de "cacicada".

El mecanismo de decisión empleado esta vez prueba, según los analistas, el estilo firme implantado por Barak.