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Un enigma para diez

Vicente G. Olaya

Las dos investigaciones abiertas para encontrar los restos de Diego de Silva y Velázquez se encontrarán dentro de unos días en una comisión de diez miembros creada por el Ministerio de Cultura y la Consejería de Educación. En el comité coincidirán tanto los investigadores de la Comunidad, que buscan los restos del pintor bajo el asfalto de la plaza de Ramales -donde se hallaba la iglesia de San Juan, en la que el artista fue enterrado en 1660-, como los investigadores del Ministerio de Cultura, que creen que las características de la momia encontrada en el convento de San Plácido coinciden con las del artista sevillano. La comisión, que se reunirá la próxima semana, incluirá, además, representantes del Instituto de Toxicología, de la Policía Judicial, de Bellas Artes, especialistas en historia, pintura y ropas del siglo XVII, a la madre abadesa del convento de San Plácido, al catedrático forense José Manuel Reverte y los citados investigadores e historiadores de la Comunidad. Este comité, que no emitirá sus primeras conclusiones hasta el próximo mes de septiembre, está centrando actualmente sus esfuerzos en recuperar el archivo del convento de San Plácido, cuyos volúmenes fueron disgregados en 1845 cuando se derribó su adyacente iglesia. Su hallazgo es fundamental para establecer un posible nexo de unión entre el convento y la momia encontrada bajo un altar del convento. Se sabe que Velázquez fue enterrado en la iglesia de San Juan en agosto de 1660. Su cuerpo permaneció allí hasta 1809 o 1811, cuando el rey José I Bonaparte ordenó derribar la iglesia.

Con la desaparición del templo surgió la plaza de Ramales, bajo cuyo asfalto podrían seguir, según algunos especialistas, los restos de Velázquez. Esta hipótesis se basa en que nunca se ha encontrado documento alguno que demuestre que el cuerpo del pintor fuera trasladado de San Juan. Sin embargo, otros expertos creen que, dada la importancia del genial pintor, el rey tuvo que apiadarse de sus restos y seguramente ordenó, en buena lógica, trasladarlos a otro lugar para que no se perdieran. Y así surgen dos hipótesis: la que mantiene la Comunidad ("es muy probable que el osario del pintor siga bajo la plaza") y la del Ministerio de Cultura ("es posible que fuera trasladado al convento de San Plácido").

Los expertos del Ministerio de Cultura ya han localizado en el Archivo Histórico algunos documentos desaparecidos en 1845 del convento de San Plácido, aunque reconocen que ninguno de los títulos relaciona directamente este céntrico cenobio con el enterramiento de Velázquez. De todas formas, los investigadores ministeriales han hallado en Roma un documento -cuyo contenido se niegan a revelar- que podría abrir nuevas puertas.

Al tiempo, el catedrático forense Manuel Reverte sigue esperando que la Comunidad dé su permiso para levantar el cadáver de San Plácido y examinar así, mediante rigurosos métodos científicos, los restos de este individuo que fue enterrado con la vestimenta propia del siglo XVI. Pero mientras este grupo de expertos continúa sus investigaciones de San Plácido, los historiadores y los arqueólogos de la Comunidad reemprendarán la búsqueda la próxima semana bajo el pavimento de Ramales.

El pasado lunes, el Ayuntamiento de Madrid no renovó el contrato a la cuadrilla de obreros especializados que ayudaban a los arqueólogos de la Comunidad al haberse acabado el presupuesto municipal destinado a estos trabajos (seis millones de pesetas). De hecho, el alcalde de Madrid se niega a hablar de las excavaciones de Ramales y argumenta que éste es "un tema de la Comunidad" y que el Ayuntamiento es ajeno a las investigaciones en la plaza. "En la búsqueda de la momia de Velázquez, soy una tumba", bromea el regidor.

Sin embargo, la Comunidad no quiere que el Ayuntamiento se aleje de su lado. El consejero de Educación, Gustavo Villapalos, mantuvo el pasado jueves una conversación telefónica con el alcalde para tratar de este tema. Ambos mandatarios parecen haber llegado a un acuerdo para proseguir las investigaciones, aunque la Comunidad, en el caso de que el Ayuntamiento finalmente se retire, estaría dispuesta a continuar en solitario con las investigaciones, contratando a la misma cuadrilla de operarios que hasta ahora ha colaborado con ella.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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