Cebrián afirma que la Red crea una cultura universal, pero sólo para los que están en aquélla
"Estamos ante la creación de una cultura universal en la que todos -chinos, americanos, rusos y marroquíes- somos iguales porque la digitalización nos iguala, con una excepción: a todos los que no estén en la Red no los iguala". Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo PRISA y académico de la lengua, señaló ayer esta paradoja como una de las principales que está potenciando la cultura digital. El autor de La Red pronunció una conferencia sobre Cultura digital y cambio de civilización en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial. Según Cebrián, la generación de comunidades virtuales entre las élites mundiales con poder económico y político y el abandono de todos aquellos que no estén enganchados en las redes "es preocupante porque el saber va a ser digital, como la circulación de la información y del conocimiento es ya digital".
Se está creando una dualidad social inquietante, alertó el académico: "El mundo analógico y el mundo digital van a convivir durante mucho tiempo. Y en la medida en la que unos se queden en el mundo analógico y otros en el digital, se irá generando una división cada vez más preocupante en las sociedades".
Lentitud en España
Según el periodista, todas las previsiones que se han hecho sobre crecimiento en la Red se han quedado cortas, y las que no lo han hecho "se deben fundamentalmente a actividades reguladoras o a intervenciones espúreas del Estado", afirmó Cebrián ante los asistentes al acto. El consejero delegado de PRISA opinó que "lo que ha pasado con el cable en nuestro país es muy evidente: tal y como se estaba comportando el Gobierno del PSOE, -y ahora el del PP ha ido clavo sobre clavo- el cable no se desarrollaría". Para Cebrián, se trata de "una falta de comprensión del problema, que no es tecnológico, ni industrial, es cultural".
El académico expuso que la cuestión no está tanto en dar un acceso gratuito a Internet a todo el mundo como en que esas personas tengan instaladas redes telefónicas adecuadas y los conocimientos precisos para servirse de esa tecnología. "La banda ancha es esencial y el mercado no la va a poner allí donde se necesita, porque en esos sitios no hay densidad de mercado", aseguró Cebrián. "Hay que tener en cuenta que el desarrollo de las nuevas tecnologías es proporcionalmente directo a la densidad de líneas telefónicas, y el dualismo social se va a ir potenciando si no hay fuerzas reguladoras nacionales".
Cebrián se refirió también a la concentración de poder generada por la liberalización: "Es mucho mayor que la que existía con el monopolio. Es una paradoja notable y ocurre porque la convergencia tecnológica lleva a la convergencia empresarial".
El acto formaba parte de un curso dirigido por Eduardo Punset, en el que también participó el director de Computerworld, Carlos de la Iglesia, quien habló sobre las consecuencias de la digitalización para las empresas.
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