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Sacar del paro a Mohamed

Dos mediadores ayudan a los inmigrantes de Getafe a buscar empleo a través de un plan local

Jenny Posso y Hakim Ait Challal son una referencia para los inmigrantes de Getafe que buscan empleo. Los dos trabajan como mediadores en el programa municipal Orbis que, cofinanciado por la Unión Europea, ayuda a encontrar empleo a los extranjeros no comunitarios de la localidad, tengan o no permiso de residencia. La misión de estos mediadores es divulgar el programa, que ofrece asesoramiento laboral y cursos de castellano, informática o jardinería, entre los inmigrantes para que participen venciendo sus recelos a lo oficial. En Getafe están empadronados 2.050 inmigrantes no comunitarios: el 37%, magrebíes; el 26%, latinoamericanos, y el 18%, de los países del Este. Unos 300 han pasado por el programa de inserción sociolaboral que se puso en marcha hace un año. El reto es llegar al resto, y ahí es fundamental el papel de los mediadores. Para ello intentan acceder a los trabajadores extranjeros de la zona a través de las asociaciones, parroquias, servicios sociales y tiendas en las que se reúnen.

"A veces voy a la mezquita de Getafe para informar a los magrebíes de que pueden venir a los cursos y me doy cuenta de que muchos ni siquiera saben que existimos; hay problemas de idioma y de desconfianza hacia lo oficial, sobre todo entre los sinpapeles", explica Hakim, un arquitecto técnico argelino de 41 años que hace 3 llegó a Madrid huyendo de la guerra. Ha trabajado en la construcción y en la hostelería hasta que se matriculó en la Escuela de Mediadores Interculturales de la Comunidad y comenzó a trabajar para el Consistorio getafense. "A muchos les resulta difícil participar por falta de tiempo. Su prioridad es ganar dinero para sacar adelante a su familia, por eso intentamos centrar esfuerzos en sus hijos, para que tengan un futuro mejor", añade.

Su compañera de tareas, Jenny, una colombiana de 33 años, matiza que su misión no es sólo informar sobre el programa. "Los inmigrantes suelen tener muchos problemas además del de la búsqueda de empleo, como conseguir la residencia legal, que es el que les produce más dolores de cabeza. Nosotros no se los solucionamos, pero les derivamos a servicios públicos y ONG que les pueden ayudar gratis", añade. "A veces se cree que los latinoamericanos, como hablamos castellano, no encontramos dificultades con la administración, pero sí las hay porque todo es muy diferente", concluye. Este programa de inserción sociolaboral para inmigrantes tiene su sede en el organismo autónomo de formación y empleo de Getafe, donde también hay programas similares para jóvenes, mujeres o discapacitados.

María Benítez, coordinadora del proyecto, explica que lo vieron necesario porque nunca antes habían desarrollado un plan de empleo con inmigrantes pese a su creciente presencia en el municipio. "El Inem y otros organismos también organizan cursos, pero ellos exijen la tarjeta del paro, algo que no puede obtener un inmigrante irregular. Nosotros no pedimos ningún papel, sólo ganas de aprender y de salir adelante", añade Benítez. El programa, gestionado por un equipo de siete profesionales, forma parte de una iniciativa comunitaria que se desarrolla también en Francia, Alemania y Milán. La Unión Europea aporta la mitad de los 70 millones que cuesta el proyecto; el resto lo pone el Consistorio de Getafe.

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