Chaves y Maragall sientan las bases de un eje andaluz-catalán que marque la política autonómica

El secretario general del PSOE andaluz y presidente de la Junta, Manuel Chaves, y el candidato de los socialistas catalanes a la presidencia de la Generalitat, Pascual Maragall, sentaron ayer en Sevilla las bases para constituir un futuro eje Andalucía-Cataluña que persigue convertirse en "punto de referencia" de la España de la diversidad, en palabras de Chaves, y "una de las columnas vertebrales de la España moderna", en boca de Maragall. Ésta es la primera vez que socialistas andaluces y catalanes empiezan a concretar un acuerdo en materia de política autonómica.

Ambos dirigentes se esforzaron en destacar los puntos que les unen más que las diferencias ya que, según reconocieron portavoces andaluces, el principio de acuerdo alcanzado ayer es de "mínimos". La colaboración entre las dos federaciones socialistas se ha hecho más estrecha en los últimos dos años, especialmente a raíz de la elaboración del documento de política autonómica del PSOE, coordinadopor Ramón Jáuregui, y la participación de socialistas andaluces en foros de discursión catalanes. Maragall puso el acento en que Cataluña "no va a plantear la balanza fiscal" (equilibrio entre lo que aporta e ingresa) como objetivo prioritario y aseguró que en materia de financiación autonómica cada comunidad debe recibir en función de su población, una de las reclamaciones básicas del Gobierno andaluz. En la reunión celebrada con los miembros de la permante de la ejecutiva del PSOE, el candidato a la Generalitat se mostró favorable a que el sistema de financiación autonómica se base en la cesión de una cesta de impuestos especiales, en el que la evolución del IRPF no jugara un papel principal, según fuentes socialistas. No obstante, Maragall afirmó a los periodistas que la convergencia de las comunidades del 151 al régimen foral que disfruta el País Vasco "va a requerir tiempo, pero tiene que comenzar". Tanto Manuel Chaves como Pascual Maragall apostaron por un modelo autonómico basado en los "hechos diferenciales probados", sin que eso signifique el que alguna de las dos autonomías reclamen las mismas materias que otras sólo por el hecho de estar en la cabeza de la carrera competencial. "Cataluña no va a reclamar algo porque otra comunidad ya lo tenga", dijo Maragall. Chaves apostilló que no se trata tanto de pedir, como de "tener el mismo derecho a requerir" una competencia determinada "cuando se considere necesario" y sin que provoque desigualdades. Aunque Chaves eludió cargar las tintas sobre su defensa de un Estado solidario de las regiones más ricas con las más pobres, Maragall propuso un plazo de 10 años "de compensación de problemas estructurales". Andaluces y catalanes también apostaron por una España federal a la que Chaves colocó el adjetivo de "cooperativo", término que no empleó Maragall, quien subrayó que ese proyecto tiene que basarse en un federalismo fiscal, cultural y político. Un "abrazo" Las bases para consensuar un modelo de financiación quedaron asentadas en la reunión de ayer, aunque es pronto para hablar de un acuerdo cerrado, más aún cuando ambas comunidades tienen a las puertas procesos electorales. Chaves, que se mostró convencido del triunfo de su compañero en los comicios catalanes, afirmó que la "probable" victoria de Maragalla abre unas perspectivas "distintas" entre Andalucía y Cataluá que podría derivar en un "abrazo" de ambas comunidades que les conduzca a convertirse en punto de referencia del Estado de las autonomías con un modelo federal. El ex alcalde de Barcelona aseguró que esa unión "puede representar una de las columnas vertebrales" de la España moderna. "Vamos a ello", dijo Maragall, quen advirtió de que el "abrazo será progresivo, no instantáneo".