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Cuenta atrás para la Catedral de Bilbao

En apenas seis meses la Catedral de Santiago, ubicada en el corazón del Casco Viejo bilbaíno, se abrirá de nuevo al culto. Atrás habrán quedado más de dos años de trabajos y una inversión de 400 millones para acometer una renovación total del único monumento que sobrevive desde la fundación de Bilbao, hace 699 años. "Se ha tocado todo", afirma ayer uno de los responsables de la diócesis de Bilbao. Un rápido vistazo al interior da fe de ello: las paredes y los techos han sido limpiados, el suelo aún se mantiene levantado, incluso las bases de las gruesas columnas han sido remodeladas totalmente. El obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, y el diputado general en funciones, Josu Bergara, fueron ayer testigos de la evolución de los trabajos, que se han demorado por el descubrimiento de importantes restos arqueológicos. Hoy día se pueden observar todavía en el suelo las 300 sepulturas halladas pertenecientes al siglo XVII, con los esqueletos en su interior, y que en la futura catedral renovada estarán tapadas por losetas de igual tamaño y situación que las tumbas, en un intento de mostrar al ciudadano su existencia. O la cripta de comienzos del siglo XVI, construida con sillares y cubiertas con bóveda de cañón peraltada, que está situada bajo el prebisterio. Necrópolis externa No han sido los únicos descubrimientos arqueológicos: una necrópolis externa que rodeaba a la cimentación de la iglesia, anterior al año 1300, en la que los difuntos fueron introducidos en ataúdes de madera; la cabecera recta de la iglesia, del siglo XIV, y cuatro presbiterios de distinto tamaño y morfología entre los siglos XVI y XIX, que reflejan el crecimiento de la parroquia. Con las paredes interiores prácticamente concluidas, el trabajo se centra ahora en el suelo y la base de las columnas, los ventanales y en la recuperación de lo que fue la puerta principal a través del pórtico. Por ello, la restauración y la rehabilitación interior se lleva 250 de los 400 millones del presupuesto total. La Diputación vizcaína ha financiado los trabajos de la fachada exterior, el pórtico y la torre, que han costado 61 millones. "El presupuesto de 400 millones debe quedar en un segundo plano porque el objetivo es recuperar un bien singular que es patrimonio de la sociedad vizcaína", destacó el diputado general. Serán más de dos años de trabajos para la restauración del edificio gótico más completo de Vizcaya y considerado el más puro en su estilo a pesar de los cambios que ha ido sufriendo. El edificio empezó a construirse en 1374, poco después de que un incendio arrasase el templo anterior, y los especialistas creen que los trabajos se prolongaron con lentitud a lo largo de más de un siglo. Su singularidad llevó a un grupo de vecinos del Casco Viejo a crear la Asociación de Amigos de la Catedral, que ahora supera el millar de personas, y entre sus iniciativas se encuentra la búsqueda de aportaciones para financiar el nuevo órgano de la iglesia. El obispo Blázquez anunció ayer que la remodelación actual no estará concluida para diciembre, mes en el que se abrirá al culto la catedral. Por ello, la inauguración oficial se demorará al 25 de julio del año 2000, un mes después de cumplirse el 700 aniversario de fundación de Bilbao. Reforma del Palacio Foral Para esas fechas también estará culminada la remodelación de otro edificio emblemático de la capital vizcaína: el Palacio Foral. Bergara anunció ayer que el consejo de gobierno de esta semana ha adjudicado las obras de restauración externa por 693 millones. El riesgo de desplome de varios elementos ornamentales -un cascote de diez centímetros cayó sobre una mujer en julio de 1998- hizo que esta primavera se decidiera acometer el proyecto, calificado de "importante" y "delicado" por los responsables forales. El diputado general dijo que la restauración estará concluida para el 31 de julio, la festividad de San Ignacio, el patrón de Vizcaya, fecha que coincide también con el primer centenario del Palacio Foral.

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