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Entrevista:

"Lo sórdido de la política exterior de EEUU sale a la luz en Chile"

ENVIADO ESPECIALEl Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos desclasificará hoy varios miles de documentos sobre el golpe de Augusto Pinochet contra el Gobierno de Salvador Allende y sobre violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar en Chile. Peter Kornbluh, jefe del Proyecto Chile en el National Security Archive (Archivo Nacional de Seguridad), afirma en esta entrevista que el material desclasificado servirá para arrojar luz de los crímenes ordenados por Pinochet y de la implicación del Gobierno norteamericano en el apoyo de la dictadura. "La parte sórdida de la política exterior de Estados Unidos sale a la luz en Chile", dijo a EL PAÍS.

En el National Security Archive (NSA), institución que, contra lo que podría parecer, es una entidad privada vinculada a la George Washington University de Estados Unidos, un hombre de 42 años veía llegar el día D. En el mismo despacho, situado en la biblioteca de la universidad, Peter Kornbluh, analista de relaciones internacionales, ha dedicado los diez últimos años a la recopilación y publicación de material secreto desclasificado sobre la implicación del Gobierno de EEUU y agencias norteamericanas en las actividades de la dictadura del general Pinochet, tanto en Chile como en actos terroristas, como el que mató el 21 de septiembre de 1976 en el centro de Washington a Orlando Letelier, excanciller y exministro de Defensa del Gobierno de Salvador Allende.

Pregunta. La hora señalada ha llegado. ¿Espera usted encontrar a partir de hoy las claves para descifrar la relación de EEUU con el golpe y la dictadura de Pinochet?

Respuesta. Permitirá hacer públicos miles de documentos sobre Chile. La Administración de Clinton, tras la detención de Pinochet en Londres, mantuvo un debate de ocho semanas. El juez Baltasar Garzón solicitó una ampliación de la comisión rogatoria, y los familiares de víctimas renovaron su presión. La primera tanda de documentos, según la orden, debería comprender el periodo de septiembre de 1973 a 1978, pero también se han cursado instrucciones para aportar material entre 1968 y 1973. En una segunda fase se prevé otra orden, quizá referida al periodo 1979-1991.

P. En esta primera fase, ¿cuántos documentos serán hechos públicos?

R. Una cosa son todos los documentos y otra los que se han desclasificado. Hablamos de unos 15.000. Chile es un caso especial por la elección de Allende y los debates que ello generó; por la actitud de la Administración de Nixon y el derrocamiento de Allende; el apoyo a Pinochet y el asesinato de Letelier. Chile recibió, dentro de la Administración norteamericana, más atención que cualquier otro país de América Latina durante los años setenta. Y no hay ninguna duda sobre su intervención directa en los acontecimientos.

P. ¿Y saldrá todo en los papeles?

R. Hemos estudiado la intervención de EEUU en Chile, hemos tenido entrevistas con exoficiales de la Administración, subsecretarios de Estado, ha habido incluso algunos contactos con exjefes de la CIA en Chile. Hemos sabido cómo el coronel Manuel Contreras, que fuera director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), tenía estrechas relaciones con responsables de la CIA en Chile. Sabemos el tipo de apoyo que la CIA da a servicios de espionaje, como pudo ser el caso de la DINA: entrenamiento, equipo técnico, operaciones conjuntas. A mediados de los setenta, antes de que los derechos humanos se convirtiesen en un gran asunto en EEUU, la CIA estuvo muy implicada en la creación y apoyo de la policía política chilena. No tenemos ni un solo documento desclasificado hasta ahora sobre esta implicación.

P. Se ha dicho que el periodista norteamericano Charles Horman, el personaje de la película Missing, fue asesinado tras conocer algo de esa intervención.

R. Mi oficina ha trabajado muy estrechamente con la viuda de Charles, Joyce Horman, para lograr que todos los documentos sobre el caso sean desclasificados. Hemos sabido, al leer algún material ya desclasificado, que funcionarios del Departamento de Estado pensaron que sería improbable que los militares chilenos hubiesen asesinado a Charles Horman y a otro ciudadano norteamericano, Frank Terucci, sin tener algún tipo de aprobación tácita, directa o indirecta, de la CIA. El Departamento de Estado preparó un telegrama para enviar al jefe de la CIA en Santiago, en el que preguntaba si por alguna vía, directa o indirecta, habían dicho a los militares que no les importaba si los dos norteamericanos desaparecían, si hubo, por ejemplo, algún tipo de contacto con los militares chilenos que pudo haber sido utilizado como una autorización para asesinarles. El cable fue enviado en diciembre 1976, tres años después de la muerte de Horman. Nunca fue desclasificado ni tampoco la respuesta de la CIA. Éstos son dos documentos muy importantes, y los vamos a buscar en la montaña de material desclasificado hoy.

P. ¿Cómo arma usted el puzzle?

R. Parte de la ciencia consiste en leer los documentos cuidadosamente, ver las referencias a otros, sean cables, telegramas, informes de trabajo o actas de conversaciones. Hacemos una lista de todos los asuntos a los que se refieren. Cada documento desclasificado es una pequeña pieza. Si puedes colocar todos los documentos juntos, logras una imagen más completa de la política de EEUU en Chile. Los documentos aislados no son suficientes: necesitas tantos documentos como puedas obtener, y tienes que entrevistar a quien los escribió. Afortunadamente, hay todavía mucha gente que sigue viva a la que puedes decirle: "Usted escribió esto, usted leyó esto, ¿qué sabía usted?, ¿a qué se refería?". Esto es lo que hacemos en el NSA.

P. ¿Espera usted algo más preciso o relevante, por ejemplo, sobre el caso Letelier?

R. Sí. En parte, porque este caso es para los Estados Unidos el hecho más sensible. Y seguir manteniendo en secreto documentos sobre un acto de terrorismo internacional, como el asesinato de Orlando Letelier y Ronni Moffitt, sólo puede interpretarse como el encubrimiento de los responsables. Ya tenemos cientos de documentos sobre Letelier, pero están todos emborronados. Es material obtenido durante los primeros años ochenta por las familias. Se acudió a los tribunales para demandar al Gobierno chileno, cuando Pinochet todavía estaba en el poder. Muchos de estos documentos sólo tienen una o dos palabras que se pueden leer; el resto está tachado. En particular, hay un largo cablegrama de la CIA desde Santiago sobre quién mató a Orlando Letelier, con una inicial de espía. No sabemos si es cierto, ni siquiera conocemos el contenido. Este documento está el primero en nuestra lista para ver si se ha desclasificado. Si no lo está, presionaremos a la Administración de Clinton, y las familias harán ver a la Administración y a la CIA que se necesita su desclasificación.

P. Pero la CIA no es la única que ha intervenido.

R. Tenemos la DIA, la Agencia de Inteligencia de Defensa, que produce informes con información de espionaje militar. Tiene archivos voluminosos sobre Pinochet, Manuel Contreras, Pedro Espinoza, y otros. Está la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), institución que reúne información mediante pinchazos telefónicos, control de ordenadores y correos electrónicos. Es importante porque podría aportar conversaciones grabadas de Pinochet y Contreras sobre casos relevantes. No está claro que la NSA haya preparado documentos en esta desclasificación. También hay que mencionar al National Security Council (Consejo de Seguridad Nacional). Es allí donde se adoptaron decisiones políticas por gente como el secretario de Estado Henry Kissinger. Allí es donde tuvo lugar el debate interno del Gobierno de EEUU. Hubo muchas reuniones en las que se analizó la violación de los derechos humanos bajo la dictadura de Pinochet. Y hubo actas de esas discusiones. Esto forma parte de las pruebas de lo que EEUU supo y de lo que hizo. Hay todavía más. En el Departamento de Estado, por ejemplo, tenemos una oficina de espionaje llamado Bureau de Intelligence and Research (BIR), que recoge todos los cables de las embajadas y los resume en informes. Éstos pudieran contener material sobre violaciones de derechos humanos, de actividades de los militares, actos de Cóndor.. Después de todos estos años, aun cuando mucha gente habla de la llamada Operación Cóndor, sólo tenemos un documento que se refiere a ella. Esperamos que esta desclasificación aporte muchos documentos en los que se pueda ver si la CIA apoyó a la Operación Cóndor, cómo informó sobre las acciones terroristas, qué es lo que EEUU sabía sobre el asesinato del general Carlos Prats y su esposa en Buenos Aires, en 1974. También qué es lo que sabemos sobre el atentado contra Bernardo Leighton en Roma, lo que se sabía de las reuniones que mantuvo Pinochet en 1975 con terroristas, con ocasión del funeral de Franco. Ésta es la parte sórdida de la política exterior de EE UU, que sale a la luz en Chile. Aun cuando han pasado más de 25 años, permanecía oculta

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