El "mosso" de Roses acusado de un apaleamiento vuelve al trabajo

El Departamento de Gobernación de la Generalitat ha levantado la medida cautelar dispuesta contra el Mosso d"Esquadra a quien se atribuye el mayor grado de responsabilidad y participación en la paliza que el súbdito marroquí Dris Zraidi sufrió en la comisaría de Roses entre los días 3 y 4 de agosto pasados. El agente era el único policía autonómico que permanecía suspendido de empleo y sueldo por unos hechos de los que incluso se ha hecho eco el informe anual de Amnistía Internacional. La resolución de Gobernación se fundamenta en "la desaparición de los motivos de alarma social que en aquellos momentos justificaron la adopción de la suspensión de funciones" y en las recientes diligencias judiciales, que incluyen una rueda de identificación en la que la víctima no reconoció al agente expedientado. Gobernación mantiene que el levantamiento de la sanción no supone ninguna distorsión en el funcionamiento de los servicios del cuerpo y añade que ello no impide que "actuaciones penales puedan aconsejar en el futuro la adopción nuevamente de esta medida". El agente Jordi Muñoz, suspendido desde el día 4 de agosto, se incorporó el pasado lunes al grupo de seguridad ciudadana de la comisaría de los Mossos d"Esquadra de Vic. Su abogado, Carles Monguilod, aseguró ayer que la medida era razonable ante la evidencia de que el agredido que no había podido reconocer a su presunto agresor. Dris Zraidi, de 45 años, alegó problemas visuales antes de la rueda de reconocimiento y el forense, al comprobar que tenía 4 dioptrías de miopía, le proporcionó unas gafas. Zraidi no pudo efectuar una identificación convincente