Flojo arranque del festival Rockazoka
Con sol y buen tiempo. Como decía la "asamblea de majaras" que determinaba las condiciones meteorológicas venideras en el estreno discográfico de Kortatu, así recibió ayer, inicialmente, la capital vizcaína a Rockazoka, el primer macrofestival de rock que se celebra en Euskadi. Concretamente, en la Feria Internacional de Muestras de Bilbao. Quizá eso, la bonanza del tiempo y el consiguiente éxodo playero, puedan servir de excusa para justificar que en su primera jornada (hoy vuelve a ocupar el recinto ferial) a las 15.30, hora de la primera actuación, del pistoletazo de salida, únicamente hubiese una docena de aficionados frente al escenario en el cual tocaban Electro Bikinis. Un cuarto de hora después, cuando la cantidad de público había ascendido a medio centenar, una de las guitarristas del grupo no pudo reprimir el siguiente comentario: "¡Aupa ahí! ¡Estáis todos nuestros fans de siempre!" Un dato no excesivamente relevante si se tiene en cuenta que un viernes a las cuatro de la tarde la gente suele estar bastante ocupada y que al principio tocan los grupos con menos tirón popular. Algo más precupante cuando dos horas más tarde sólo había alrededor de 200 espectadores en la feria, tantos como periodistas acreditados. Para echarse a temblar si se compara con las 5.000 personas que se personaron, hace una semana, a las 15.00 en el estadio madrileño de La Peineta para seguir desde el primer momento el Rodríguez Rock. Pero, pese a que la expectación despertada no favoreciera el caos, lo cierto es que fueron varios los centenares de jóvenes que finalmente escogieron acudir al Rockazoka para empezar con buen pie el fin de semana. Y, aunque muchos tenían previsto saltarse la sesión dance de última hora, la respuesta de los más tempraneros ante la pregunta de cómo esperaban resistir hasta las ocho de la mañana de hoy era unánime: "Como podamos". Tenían por delante 18 horas ininterrumpidas de música. Idéntico tiempo de pie espera a quienes se acerquen hoy al recinto ferial de la capital vizcaína, donde cuatro de sus pabellones han sido ocupados con la infraestructura de la muestra y alrededor de 130 personas (60 encargadas de la seguridad, 15 de servicios sanitarios, 40 empleadas en labores técnicas, 15 en tareas organizativas) velan por el buen curso de este primer Rockazoka y por el bienestar de unos espectadores que, en su mayoría, alaba el cartel y sólo encuentra pegas a un recinto que no destaca por su buena acústica. Así lo ratificaba tras su actuación Alfredo Niharra, guitarrista de Crocanties: "Lo único malo es el sonido, que es supercavernoso". El público parecía añorar más bien un lugar donde tumbarse. "El cartel me parece que mantiene el tipo frente a festivales como el Festimad, pero no el lugar. Estaría mejor al aire libre y con unas buenas campas", aseguraba una adolescente recién llegada de San Sebastián. Esta noche, el principal reclamo es ver la evolución en escena de Fermin Muguruza Dub Manifest. Pero el cantante de Irún también es protagonista porque la tercera parte de los 18 conjuntos que actúan han participado en la confección de su último disco, Brigadistak sound system. Es el caso de Aztlan Underground, Nadici Nel Cemento, Desorden Público, Amparanoia (sustitutos de Australian Blonde), Todos Tus Muertos y Joxe Ripiau. Completan el plantel de artistas TCR, Matamala, Fromheadtotoe, Deviot, Sólo Los Solo, The Brontes, Doctor Explosión, Rosendo, Anari, Sindicato del Crimen y La Venganza de la Abuela. Tras su actuación llegará la hora de la música de baile. Será entonces, entre las 2.30 y las 8.00, cuando DJ Gonzalo, Madelman, Alberto Palacios y Teen Marcianas pongan a bailar al auditorio desde el escenario dance.
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