Valladolid enseña la pintura apostólica de los barrocos españoles y flamencos

Pinturas de Francisco de Zurbarán, Pieter van Lint, Claudio Coello, José Ribera (El Españoleto), Adriaen van Utrecht, Francisco Meneses Osorio, Jacob Jordaens, José Antolínez o Francisco Ricci, entre otros, se pueden contemplar hasta finales del próximo mes de julio en Valladolid, gracias a la Fundación Cultural Forum Filatélico, entidad a la que pertenecen las 20 pinturas que se exponen desde el miércoles pasado en la Sala de Exposiciones del Museo de la Pasión de esta ciudad. La muestra se titula Colección de pintura antigua española y flamenca.

El objetivo de la muestra, primera de éste género que realiza la Fundación Forum Filatélico y que recorrerá un buen número de ciudades españolas tras su paso por Salamanca y Valladolid, es, junto a la divulgación de la colección, "presentar las grandes tendencias que predominaban en el panorama artístico europeo de los siglos XVI y XVII". Según Jesús Fernández Prada, presidente de la citada fundación pucelana, la exposición constituye "una muestra del espíritu conservador y religioso que inundaba el panorama barroco español frente a las grandes revueltas de orden social y dogmático que tuvieron lugar en el centro de Europa".

La pintura del barroco español, periodo en el que se desarrolla la revolución copernicana y en la que se registran importantes avances científicos en óptica, astronomía o matemáticas, destaca por la casi total ausencia de pintura profana, ya que la mayor parte de los compradores o personas que encargaban las obras a los artistas eran de índole religiosa.

Junto a esto, la monarquía española, erigida desde los tiempos del reinado de FelipeII en defensora a ultranza de la Contrarreforma católica, condujo a una interpretación de las artes figurativas, especialmente la pintura, como un instrumento de la prédica religiosa hasta extremos casi fanáticos.

Propagación de la fe

La iglesia, además, utilizaría la pintura como instrumento de apostolado y de propagación de su propia concepción de la fe. Frente a otros países católicos como Francia o Italia -sede éste del papado- en España, en el conocido Siglo de Oro de la pintura, es prácticamente inexistente la representación profana. En la exposición de Valladolid predominan los autores españoles con sus lienzos de escenas religiosas, y sin embargo asoman otros géneros (si bien fueron tratados en España en menor medida que en otros países europeos), como el bodegón, la pintura histñorica y la mitología, procedentes sobre todo de los maestros flamencos.

Estos asuntos aparecen en un extraordinario bodegón de Adrián van Utrecht, en un florero de Gaspar Pieter Verbruggen y en la escena mitológica que pintó Pieter van Lint.

De esta manera, se completa en Valladolid y gracias a esta exposición una pequeña clase magistral de pintura barroca cuyas obras, en su mayoría pertenecen al siglo XVII, aunque hay algunas del XVI como la Adoración de los Reyes Magos de Francisco Varela.

Pero la tónica general es el recogimiento, la espiritualidad. Así, junto a El Españoleto y su Santa Teresa de Jesús, puede contemplarse El Entierro de Santa Catalina, de Francisco Zurbarán, o las pinturas tituladas San Acisclo y Santa Victoria, de Antonio del Castillo, junto a Dios Padre pintando a la virgen, del madrileño José García Hidalgo, uno de los pintores más activos y representativos del ambiente artístico de la capital del reino a finales del siglo XVII y principios del XVIII.

García Hidalgo es a la vez uno de los más singulares pintores y de los que mejor encarnan el complejo mundo pictórico que constituye el paso entre las dos centurias.

En contraste, la muestra expone una tabla con escenas mitológicas de gran valor, Baco, Ceres, Proserpina y Plutón, de Pieter Van Lint, o la obra de Adriaen van Utrecht Pavos, pollos, patos con sus pollos y gallinas en un corral.

Réplicas

Entre las demás, también destaca el Camino del Viático de Jacques d"Arthois y Gonzáles Coques. Otras de las obras más llamativas de la colección de Forum Filatélico son el San Juan de Dios, de Claudio Coello, o la Huida a Egipto de Jacob Jordaens, cuadro fechado entre los años 1640 y 1641 del que se han hecho infinidad de estampas, réplicas y copias de taller.