CiU escenifica con 25 iniciativas su alejamiento de los populares

Después de un discurso de apoyo sin fisuras al Gobierno de José Maria Aznar, CiU tenía que escenificar en el debate sobre el estado de la nación su anunciado desmarque del PP. Lo hizo mediante 25 resoluciones presentadas a votación, una docena de ellas, al menos, de alto contenido nacionalista.

CiU es consciente de que su doble discurso soberanista y de pactos con el PP le ha causado una fuerte pérdida de votos. Y, habiéndose comprometido a votar a favor de los Presupuestos del año 2000, se imponía distanciarse del PP para contentar a su militancia más nacionalista.

Sus iniciativas reflejaban las aspiraciones de autogobierno y reconocimiento de la pluralidad nacional del Estado. CiU solicitó la redacción de un informe sobre las balanzas fiscales de las comunidades, que pretenden usar para reivindicar otro pacto fiscal para Cataluña.

Otra propuesta pedía el reconocimiento del carácter "plurilingüe, plurinacional y pluricultural del Estado en todas sus actuaciones y muy especialmente en su proyección internacional". Por ello, reclamó la presencia oficial en la Unesco de las comunidades con lengua propia, la creación de circunscripciones electorales autonómicas en los comicios europeos, la incorporación de los distintos gobiernos al Consejo de Ministros de la UE, la implantación del modelo de Administración única y el traspaso de las competencias del Forcem (fondos de formación continua) y la gestión de los fondos estructurales comunitarios.

El portavoz del grupo catalán, Josep López de Lerma, desmintió que el apoyo de CiU al Ejecutivo reste fuerza a la Generalitat para negociar competencias. Y se reafirmó en la voluntad de su coalición de obtener competencias por delegación, en principio exclusivas del Gobierno central, a través del artículo 150.2 de la Constitución.