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Una compañía de seguros denuncia en Francia a los mayores fabricantes de cigarrillos del país

La Caja Universal del Seguro de Enfermedad (CPAM) de la ciudad portuaria de Saint Nazaire ha llevado ante los tribunales a los cuatro mayores fabricantes de cigarrillos presentes en Francia -que agrupan el 90% de la demanda-, las tres sociedades americanas -Reynolds Tobacco, Rothmans y Philip Morris- que comercializan las marcas de mayor éxito y la SEITA, el equivalente galo de Tabacalera Española. La CPAM reclama 51 millones de francos (1.275 millones de pesetas) a los fabricantes, cifra que tiene que ver con la que ha tenido que desembolsar para atender a personas enfermas a causa del tabaquismo. Es la primera vez en Francia que una denuncia de este tipo llega ante los tribunales. El directos de asuntos jurídicos de la CPAM, Yves Saint-Auban, estima que es justa la cantidad reivindicada, dado que el periodo por el cual reclama la Caja Universal es de poco más de dos años y que durante ese tiempo ha tenido que atender a unas quinientas personas víctimas de cáncer de las vías respiratorias por un valor anual de 23 millones de francos.

Saint-Auban ha anunciado además su voluntad de pedir otros 23 millones relativos al año en curso, debido a que ninguno de los cuatro fabricantes ha dejado de distribuir su mercancía tóxica y "los productos del tabaco siguen sin ofrecer la seguridad que podría esperarse de ellos".

Entre las enfermedades causadas "por este producto particularmente peligroso, por su carácter adictivo y cancerígeno", figuran "el cáncer de pulmón, el de laringe y la arteriopatía de los miembros inferiores", según la compañía denunciante.

La iniciativa de la CPAM no goza, sin embargo, de popularidad alguna. Para el 64% de los franceses se trata de un error, ya que no procede recurrir a la justicia cuando el 88% de los entrevistados dice saber perfectamente que fumar es nocivo para la salud y se considera suficientemente informado al respecto. El 77% de esas mismas personas también declara saber que el exceso de alcohol perjudica. Mucha más irritación provocan las hipotéticas enfermedades derivadas de problemas de alimentación. En ese caso, sólo un 32% cree que el envase de los productos es lo bastante claro y preciso para advertir de los riesgos que comportaría su ingestión.

"Estamos ante un desvío jurídico a la americana. La CPAM considera a los ciudadanos seres irresponsables, ya que el 90% sabe que los fabricantes están obligados a poner en los paquetes de cigarrillos que fumar es gravemente perjudicial para la salud", explicaba ayer mismo un abogado de la SEITA. Por su parte, la CPAM considera su gesto necesario para "obtener reparación de los daños causados a la Caja Universal por el tabaquismo de sus asegurados sociales".

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