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Tribuna
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Plan de empleo

JUVENAL SOTO Todo parece coincidir para anunciarnos un hecho inminente: la alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos, tiene un plan de empleo. En efecto, a la vista de la precaria situación profesional en la que se encuentra su compañero de partido Luis Vázquez Alfarache, ex presidente de la Diputación malagueña, la mentada alcaldesa aún no ha terminado de formar lo que será su equipo de gobierno, ya que el asunto permanece a la espera de que el citado Vázquez continúe cobrando su sueldo en calidad de presidente de la institución provincial. Si este último supuesto no se diera, Villalobos incorporaría a su equipo a Vázquez, con lo cual otro demócrata infatigable seguiría cobrando un jornal, ahora con cargo a los presupuestos del Ayuntamiento de Málaga. No sólo mi menda, poco avezado en las cobranzas de calderilla, se pregunta si una ciudad de 600.000 habitantes, Málaga, se merece que por mor del bolsillo de Vázquez tan importante decisión de la alcaldesa siga pendiente, aunque, bien pensado, la cosa puede esperar, ya que ni todavía han tomado posesión los nuevos miembros de las corporaciones locales, ni aún, supongo, Vázquez ha consumido lo cobrado en la Diputación durante los cuatro años anteriores. Entre tanto, PSOE, IU y PA hablan de un pacto para el progreso en la Diputación de Málaga, a pesar de que el reiterado Vázquez haya proclamado que tampoco estaría mal un pacto PP-GIL, pacto cuya exclusiva función quizá fuese la de mantener en su cargo, su sueldo y sus dietas, al que dice llamarse Luis Vázquez Alfarache, empresario vocacional que, dicho sea a voces, ha demostrado estar en posesión de mayor capacidad para crear empleo que la mismísima Villalobos, ya que, durante su mandato presidencial, en la Diputación encontraron cobijo, pan, paga y sobresueldo numerosos allegados y familiares suyos y ajenos. El caso de la cuñada de Vázquez es una muestra; el caso del cuñado del secretario general de los pepistas de Málaga, Ramírez, es otra prueba de lo escrito. En fin, pese a lo anunciado por Arenas Bocanegra y Atencia, secretario general y presidente del PP de España y de Málaga respectivamente, Vázquez Alfarache no ha renunciado a acoger en su seno a Jesús Gil para garantizarse de tan seductor modo sus haberes mensuales, ya que un acuerdo entre los gilosos y los familiares de Vázquez dejaría a este negociador inquietante -¡joder, iba a escribir impagable!- en su cargo de presidente de la Diputación. O sea, ni las condenas anteriores ni las actuales peticiones de 34 años de cárcel y 2.000 millones de pesetas de multa por parte de la Fiscalía Anticorrupción para Golfus de Marbella parecen ser deméritos suficientes como para que Vázquez Alfarache renuncie a papear de los fondos provinciales. En semejante línea de apoyo a la creación de puestos de trabajo situaremos la pendiente decisión de Villalobos con respecto a su equipo de gobierno. Lo malo es que si Vázquez cobra del Ayuntamiento, otro del PP dejará de cobrar. Lo bueno es que Villalobos tiene mayoría absoluta; es decir, que ahí, en el Ayuntamiento de Málaga, puede cobrar incluso el aludido cuñado de Ramírez, un tal Caparrós. Lo dicho: Villalobos tiene un plan de empleo. ¡Colócanos!

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