_
_
_
_
Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Recuerdos, genio y figura

ROGER SALASHay un tipo de arquitectura que parece estar destinada a permanecer, ya sea por su solidez o su impronta, como las pirámides, el Partenón... y David Parsons. Esto no es una broma. La arquitectura de este bailarín está intacta y merece una comparación tan elogiosa como grandilocuente. Y si algo compensó al espectador de la velada de anoche en el Albéniz fue verle en ese breve y antiguo solo que creara hace algo más de 11 años, cuando despegaba como coreógrafo y director de compañía. Este muchachón de Illinois, a medio camino entre el futbolista lírico y el galán playero, es todavía un excelente bailarín, quizá el mismo que fascinó a Paul Taylor en la década de los setenta, cuando le convirtió, junto a Christopher Willis, en sus dos y más importantes musas masculinas. La compañía actual de Parsons decepciona, pues, además de un baile que se desenvuelve en una cuerda estilística poco entendible en estos lares (se trata del neonaturalismo típicamente norteamericano), los bailarines dan la sensación más de desgana e indiferencia ante la lectura coreográfica que de un cierto desenfado que pide a gritos la estética del propio creador. La noche empezó con una especie de Barras y estrellas deslavazada y que parecía un juego floral coreano; luego, Estudio del sueño trajo el otro clásico de la noche, una obra que ya divirtió al público madrileño hace una década, donde un cierto desparpajo humorístico conecta con el espectador. Después, el propio Parsons hizo Caught, donde el artista se permite figurar un vuelo a partir de un audaz juego de luces y una aguda sincronización; sin ser esto tampoco novedad, fue lo mejor, y sigue emocionando igual que hace tanto tiempo. David Parsons ha vuelto de una manera algo triste a los orígenes, y en sus estructuras, aparentemente sin terminar, y en una cierta intención de abertura y relajo, sobrevuela el genio de Taylor, pero esto no pasa en este caso de ser un ligero y lejano perfume del maestro; quizá la madurez le ha hecho hacer un trayecto inconcluso de su viaje a la semilla, pero eso necesita otra intensidad y acaso una profundización. Y volvamos al intérprete. En apenas los minutos que dura Caught, Parsons desarrolla, a través de la pose congelada y casi estatutaria, un recital de buen baile y de dominio de su propio cuerpo, donde hay naturalmente, y ahí está el gran encanto, una dosis de poética respiración, de pálpito, que es lo que no transmite el resto de los artistas sobre el escenario.

Parsons Dance Company

Coreografía de David Parsons y Robert Battle. Música de Shelly Palmer, Tony Powell y otros. Festival Madrid en Danza. Teatro Albéniz. Madrid, 8 de junio

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_