El PSOE denuncia el peligro de que una "escombrera ilegal" contamine Mercamadrid
Un exiguo rincón del sur de la ciudad almacena las 50.000 toneladas de escombros que a diario genera la región. Se trata del vertedero sur, cuyos efectos han degradado abrupta y completamente la zona donde se hallan, contigua al poblado marginal de Las Barranquillas (Vallecas), transformándola en un paisaje lunar. La escombrera parece no dar más de sí por el amenazante apilamiento de desechos de construcción. Cristina Narbona, candidata municipal del PSOE-Progresista, denunció ayer el peligro de contaminación que la escombrera traslada a lugares próximos como Mercamadrid.
Todos los túneles madrileños, o casi todos, tienen dos salidas. Una, a la luz de las calles o a la de las recién creadas estaciones de metro. La otra, la que no se ve, está sin embargo a flor de tierra, al sur de Madrid: es una gigantesca escombrera donde, por un precio que oscila entre 700 y 1.000 pesetas, cualquier camión puede descargar clandestinamente las toneladas de escombro que su porteador desee verter y la tara de su vehículo le permita. Tal es el relato que vino a hacer ayer Cristina Narbona, candidata socialista al Ayuntamiento de Madrid y ex secretaria de Estado de Medio Ambiente, durante un recorrido por la zona con informadores.El vertedero sur se encuentra situado detrás de Mercamadrid,al suroeste de la ciudad, no lejos de la ruta de circunvalación M-40. Para acceder a la zona de vertido de escombros hay que cruzar por el poblado de Las Barranquillas, donde el deambular de decenas de personas, vivas pero murientes por los efectos de las drogas, constituye un riesgo que los aproximadamente 1.500 transportistas de desechos de construcción que lo transitan diariamente han de sortear por una exigua pista de arena para evitar los atropellos. Los camiones trepan hasta la cúspide y sueltan, donde pueden, los escombros.
Allí se hacinan no sólo materiales de construcción; hay también neumáticos, maderas, colchones y mil tipos más de objetos sin reciclar. "El vertedero se encuentra colmatado. Tiene una capacidad para un millón de metros cúbicos de desechos", explica Rafael Merino, concejal socialista de Medio Ambiente. "Pero almacena ya tres millones. Creado hace seis años, permanece operativo pero sin licencia desde hace dos años", detalla Cristina Narbona, "y genera unos beneficios anuales cifrados en 750 millones de pesetas. Los descargadores de escombros no obtienen recibo alguno", agrega, "es dinero no declarado". "El Gobierno municipal del Partido Popular tolera esta situación, indigna de una ciudad como Madrid", dice la candidata socialista. "De todas las capitales de la Europa comunitaria, sólo Atenas tiene vertederos ilegales como éste", añade.
Luis Molina, concejal de Limpieza, negó por su parte que la escombrera carezca de licencia: "No hay vertederos ilegales en Madrid", dijo ayer, "sino vertidos ilegales que realizan unos pocos".
A juicio de Narbona, la proximidad de la escombrera a Mercamadrid, medida sólo en centenares de metros en línea recta, y al río Manzanares, un kilómetro, "configura una situación gravísima, susceptible de transformarse en contaminación de alimentos". Y alude a una reciente detección de residuos de metales pesados en aguas que riegan huertas cercanas al río, en la zona de Perales (Getafe).
"Nos jugamos el pellejo viniendo aquí", dice Rafael Merino, que descendió del autobús electoral para aplacar los ánimos de varios descargadores que, al ver irrumpir a los informadores y cámaras, cogieron pedruscos para impedir que se grabe en imágenes lo que allí sucede.
PSOE-Progresistas propone una distribución de escombreras que libere al sur madrileño de este monopolio y las reparta entre los otros puntos cardinales de la ciudad. No especifica las localizaciones propuestas, pero considera que en tan solo un año, pueden culminarse los estudios geológicos y de impacto medioambiental previos -una suerte de auditoría ecológica-, así como la entrada en funcionamiento de los nuevos enclaves.
A juicio de Narbona y Merino, únicamente existe un vertedero legal de materiales inertes en Madrid, situado en Vicálvaro, que sólo absorbe una quinta parte de las 50.000 toneladas diarias de estos desechos que la ciudad y la Comunidad genera, "túneles incluidos", precisan.
La visita socialista siguió por la incineradora de Valdemingómez, junto a cuyos terrenos "el Partido Popular ha proyectado viviendas para 100.000 familias". Y añaden, "Aquí se incinera hasta el 85% de toda la basura que llega. Falta un Plan de Residuos. Nosotros lo haremos".
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